La detención del alcalde de Estambul y miembro del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Ekrem Imamoglu, considerado el principal adversario político de Recep Tayyip Erdogan, ha provocado el desplome de la Bolsa de Estambul, así como el hundimiento de la lira turca a mínimos históricos frente al dólar, mientras que el coste de financiación de la deuda soberana del país otomano se disparaba.
La abrupta reacción financiera a la detención de Imamoglu ha obligado al ministro de Finanzas turco, Mehmet Simsek, ha asegurar que «se está haciendo todo lo necesario para el sano funcionamiento de los mercados», subrayando que el Gobierno continúa implementando «con determinación» el programa económico. No obstante, en el mercado de divisas, el cambio del dólar ha llegado a escalar hasta un récord de 41,100 liras, lo que implica un incremento del 12% respecto del cierre de ayer.
La economista jefe del Banco de Turquía, Hakan Kara, ha apuntado en redes sociales una posible intervención en defensa de la moneda turca, añadiendo su impresión de que la «línea defensiva» se había fijado en torno a las 39 liras por dólar con la posibilidad de un objetivo «probablemente más bajo». En este sentido, fuente conocedoras no identificadas indicaron a Bloomberg que la banca del país vendió alrededor de 8.000 millones de dólares (7.320 millones de euros) hasta el mediodía del miércoles para respaldar la lira.
En el caso de la renta variable, el selectivo BIST 100 de la Bolsa de Estambul se dejaba más de un 8%, con todos sus componentes cotizando en negativo, incluyendo un retroceso superior al 9% para Garanti Bank, participada por BBVA. De su lado, en el mercado secundario de deuda, el rendimiento exigido al bono soberano de Turquía con vencimiento a 10 años escalaba a un récord del 30,435%.