El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha descartado decisiones políticas de calado tras los ajustados resultados de las mociones de censura, de tal manera que no contempla ni disolver la Asamblea Nacional ni realizar cambios en el actual gabinete.
Así se lo ha trasladado este martes durante una reunión en el Elíseo a los principales representantes de los grupos aliados en la Cámara Baja, ante los que también ha prometido que no habrá referéndum sobre la reforma de las pensiones pese a la polémica social y política que ha generado.
Macron, que se ha mantenido en un segundo plano mientras su Gobierno forzaba la aprobación de una reforma para la que carecía de suficientes apoyos parlamentarios, ha reivindicado la labor legislativa de su equipo y ha evitado el derrotismo tras las mociones del lunes: «Ganar una votación no puede presentarse como una derrota».
La polémica, en todo caso, ha pasado factura a la imagen del presidente, que registra su nivel de popularidad más bajo desde las marchas de los «chalecos amarillos» a principios de 2019. Sólo el 28 por ciento de los franceses le respalda, según un sondeo publicado en el fin de semana por ‘Le Journal de Dimanche’.
Macron tiene previsto conceder el miércoles su primera entrevista en televisión desde el estallido de esta crisis, que a pie de calle sigue dejando escenas de protestas en las principales ciudades, especialmente en París, donde sólo el lunes por la noche fueron detenidas más de 200 personas.