El presidente francés, Emmanuel Macron, ha prometido a las víctimas del atentado yihadista de Niza de hace un año y a sus familiares una «lucha sin cuartel» contra el terrorismo en el interior y en el exterior del país.
«Debemos a los muertos esa lucha sin cuartel», ha afirmado Macron en el acto de homenaje en Niza a las 86 personas que fueron asesinadas en el Paseo de los Ingleses de la capital de la Costa Azul y a las más de 460 que resultaron heridas por la acción de un terrorista con un camión que se abalanzó sobre la multitud.
«Responderemos con la lucha sin cuartel en el interior y en el exterior de nuestras fronteras contra el terrorismo, en todas partes», ha remarcado Macron.
Pero, ha puntualizado, hay que hacerlo «conservando nuestros valores, nuestro Estado de derecho, el amor a la libertad y el recuerdo de esos rostros que esa noche del 14 de julio (de 2016) amaban la libertad, furiosamente».
Ha considerado «vital» arrancar de raíz la ideología que alimenta ese terrorismo, para lo cual hay que actuar día tras día: «Es la lucha de la cultura, de la inteligencia, de la escuela» para «evitar el oscurantismo» y «para que el fanatismo no pueda prosperar en el caldo de cultivo de la miseria y los desplazamientos. Es una lucha moral de civilización».
El jefe del Estado se ha negado a citar el nombre del autor de la matanza, el tunecino Mohamed Lahouaiej Boulhel, y tampoco ha querido entrar en la polémica que hubo sobre posibles fallos en el sistema de seguridad aquella noche de la Fiesta Nacional en el paseo marítimo de Niza, que había sido cerrado al tráfico para unos fuegos artificiales que presenciaron unas 30.000 personas.
Ha constatado que el «dolor» entonces había «fisurado la relación entre la República y los ciudadanos», pero ha recalcado que «esos vínculos son indestructibles» y «se hará lo posible para que la República recupere (la) confianza».
«El Estado no se sustraerá ni a su deber de claridad, ni a su deber de compasión (…) No os abandonará nunca», ha insistido.
Al respecto, ha garantizado a los supervivientes y a sus familias todos los dispositivos de ayuda puestos en marcha en los dos últimos años, ante las oleadas de acciones terroristas que ha sufrido Francia: «Eso se os garantizará», declaró.
También ha lanzado un mensaje contra el extremismo y la discriminación como respuesta frente a la amenaza terrorista, al recordar que la noche del atentado «en Niza estaba el mundo entero porque la historia de Niza es el mundo entero», una alusión indirecta a que entre las víctimas había personas de diecinueve nacionalidades.
Ese atentado en un día tan señalado para Francia como es el 14 de julio, su Fiesta Nacional, «nos recordó brutalmente el precio de la libertad», ha manifestado.
«Esta libertad -ha agregado- sabemos lo que cuesta y lo que nuestros enemigos están dispuestos a hacer para privarnos de ella».
Su discurso, que ha cerrado la ceremonia pública de homenaje, fue seguido por La Marsellesa, el himno nacional francés.