La Policía antidisturbios de Países Bajos tuvo que intervenir en la noche del jueves después de que se produjeran numerosos disturbios en el centro de la capital neerlandesa, Ámsterdam, cuando se registraron numerosos ataques contra seguidores israelíes del club de fútbol Maccabi Tel Aviv, que perdió contra el Ajax en el Johan Cruyff Arena.
Dirigentes políticos como Marine Le Pen han condenado la violencia contra los israelíes: «Decenas de israelíes fueron linchados anoche en Ámsterdam después de un partido de fútbol de la Europa League. El odio a los judíos se está extendiendo como la pólvora en varios países europeos, arrastrado por la retórica incendiaria de la extrema izquierda corrompida por la ideología islamista, pero también por los discursos irresponsables de ciertos líderes políticos. Ya no basta con condenar actos tan repugnantes: ahora debemos ser implacables ante este estallido de violencia antisemita que profana y deshonra a Europa».
La cadena de televisión neerlandesa AT5 indicó que los disturbios estaban relacionados con la violencia contra aficionados israelíes de individuos propalestinos. De hecho, la Policía trató de mantener alejados del estadio a los violentos que se manifestaban al grito de «Palestina libre».
Las imágenes de los disturbios se han viralizado a través de las redes sociales, desde donde el ex primer ministro de Israel Naftali Bennett ha hecho un «llamamiento urgente a la acción» para «evitar lesiones y situaciones peores». «Lo que veo parece poner en peligro la vida de personas inocentes: personas inocentes atropelladas, golpeadas, arrojadas a un río y mucho más», ha sostenido.