«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El Parlamento Europeo vota contra Hungría, que mantendrá su política migratoria

La eurodiputada Judith Sargentini, autora del informe sobre la posibilidad de retirar a Hungría su voz en el Consejo de la UE por vulnerar valores europeos | EFE
La eurodiputada Judith Sargentini, autora del informe sobre la posibilidad de retirar a Hungría su voz en el Consejo de la UE por vulnerar valores europeos | EFE

 

El Gobierno húngaro asegura que no cambiará su política migratoria, denuncia fraude en la votación y mantiene su intención de permanecer en el Partido Popular Europeo. 

El Parlamento Europeo (PE) recomendó este miércoles a los Estados miembros aplicar el artículo 7 de los tratados europeos y sancionar a Hungría al considerar que existe un riesgo de violación del Estado de Derecho. Ese artículo contempla sanciones para el Estado miembro concernido, incluida la pérdida del derecho de voto en el Consejo de la UE.

¿Por qué la sanción?

Durante los últimos años, la negativa del Gobierno húngaro a acoger refugiados -en cumplimiento de las leyes nacionales-, las ‘trabas’ a la libertad de prensa, y la aprobación de una ley sobre universidades que evita que la Universidad Centroeuropea del magnate George Soros opere a sus anchas en Hungría han generado el rechazo de Bruselas.

La recomendación de poner en marcha el artículo 7 salió adelante en el pleno de la Eurocámara por 448 votos a favor y 197 en contra, mientras que 48 eurodiputados se abstuvieron.

La iniciativa requería la mayoría absoluta de la cámara (376 de los 751 miembros del Parlamento) y también dos tercios de todos los votos positivos o negativos emitidos este miércoles (solo 693 de los 751 parlamentarios estuvieron presentes en la votación), sin tener en cuenta las abstenciones.

Es la primera vez que la Eurocámara acepta poner en marcha este proceso, si bien la Comisión Europea ya aprobó en diciembre del año pasado aplicar el artículo 7 a Polonia para actuar contra las reformas judiciales de Varsovia.

Durante el debate parlamentario del martes, en el que estuvo presente Orbán, se escenificó la tensión entre el mandatario magiar y Manfred Weber, el líder de su partido político en la Eurocámara, el grupo popular europeo (PPE).

Orbán fue aplaudido por las fuerzas euroescépticas al dejar claro que no piensa tener en cuenta la opinión del Parlamento Europeo sobre la salud de su democracia, al tiempo que Weber animaba a los líderes a tomar una decisión sobre la deriva del Gobierno de Orbán en el Consejo Europeo.

El primer ministro, del partido nacionalista Fidesz, acusó a los eurodiputados de pretender «acallar» al pueblo húngaro y querer «dar lecciones de lo que le conviene o no le conviene». Weber recalcó que se deben atender los valores europeos «en todas las ocasiones y en todas las familias políticas».

Abandonado por su grupo

En una comparecencia tras una reunión del PPE el martes, el político alemán, en la carrera para presidir la Comisión Europea, anunció que los eurodiputados de esa formación tendrían libertad de voto, pero que él votaría a favor de recomendar la aplicación del artículo 7 a Hungría.

Los eurodiputados del PP votaron mayoritariamente abstención, salvo tres de ellos, que rechazaron la aplicación del artículo 7 para Hungría. Fuentes del PP explicaron a Efe que la postura mayoritaria fue la de abstención porque no querían ni ponerse del lado de Orbán ni tampoco aceptar que la Eurocámara pueda convertirse en un tribunal para países». Pero lo cierto es que son muchos los miembros del Grupo Popular Europeo que quieren a Orbán fuera de sus filas.

El Partido Popular Europeo baraja sancionar a Orbán por ‘euroescéptico’

‘Mezquina venganza’

Tras la votación, el ministro húngaro de Exteriores, Péter Szijjártó, calificó de «fraude» lo ocurrido en el Parlamento Europeo (PE): «Fue un fraude porque no se han considerado las abstenciones, contrariamente a lo estipulado en los tratados de la Unión Europea» (UE), dijo Szijjártó en rueda de prensa en Budapest.

Además, el jefe de la diplomacia húngara interpretó que el informe aprobado por los eurodiputados es una condena de «partidarios de la inmigración» contra la población y el Gobierno húngaro por haber «dicho que la inmigración se puede parar».

«Según nuestra opinión, se trata de una mezquina venganza de los eurodiputados que apoyan la inmigración. Un documento que sirve para condenar a la gente y al Gobierno húngaros porque han dicho que la inmigración se puede parar», afirmó el ministro.

«El resultado -agregó- es una clara evidencia de que en el Parlamento Europeo hay una mayoría masiva de políticos que apoyan la inmigración, también en el Partido Popular Europeo (PPE)», en el que está integrado el partido Fidesz, en el poder en Hungría.

Pese a ello, aseguró que Fidesz, que lidera el primer ministro húngaro, el nacionalista Viktor Orbán, no quiere abandonar el PPE: «En el PPE hay divisiones en lo que se refiere a la inmigración, pero lucharemos para que sea contrario a la inmigración», subrayó.

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