Cuatro relevantes políticos europeos han firmado una carta en la que impelen a la Comisión Europea a cortar la financiación a Hungría
Que el Gobierno de Hungría, encabezado por el conservador Viktor Orbán, no agrada a la burocracia de la Unión Europea es algo que no se le escapa a nadie. Su negativa a seguir la suicida política migratoria diseñada por Bruselas y su propósito de defender el derecho a la vida del no nacido y la familia natural le han valido la enemistad de egregias personalidades del organismo comunitario; personalidades que se afanan en buscar modos de perjudicar al país magiar.
En este tenso contexto, cuatro relevantes políticos europeos han firmado una carta en la que impelen a la Comisión Europea a cortar la financiación a Hungría. Así, el exministro de Finanzas alemán Hans Eichel y los excomisarios Pascal Lamy, Franz Fischler y Yannis Paleokrassas arguyen que la democracia del país centroeuropeo ha sido corrompida por el partido gobernante, Fidesz.
En su epístola, estos cuatro políticos, que no dudan falsificar la realidad magiar hodierna, abogan porque Hungría no reciba más dinero de la Unión Europea hasta que ‘las libertades democráticas básicas sean reinstauradas y la corrupción, contraatacada’.
Todos los firmantes de la carta – Eichel, Lamy, Fischler y Paleokrassas – están vinculados al magnate George Soros, a quien el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha acusado en ingentes ocasiones de estar detrás de los movimientos migratorios masivos que está padeciendo Europa. Así, su conexión con Soros radica en su pertenencia al Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, que fue fundada por el primero y que es generosamente financiada por Open Society Foundation.
La respuesta de Hungría
La epístola remitida a la Comisión Europea ha obtenido la inmediata réplica del Gobierno magiar. Así, en declaraciones a Breitbart London, el secretario de Estado de Diplomacia Pública, Zoltán Kovács, ha manifestado su rechazo a los intentos de injerencia de agentes externos en la política húngara: ‘No es la primera vez que la Comisión Europea y personas relacionadas a las instituciones europeas tratan de chantajearnos amenazándonos con recortes de financiación por no estar en línea con los valores europeos’.
‘Es un método tradicional de los círculos políticos liberales e izquierdistas europeos. Y sabemos que todo tiene que ver con la postura de Hungría respecto a los movimientos migratorios y los asuntos europeos’, ha añadido Kovács.
En este sentido, el secretario de Estado de Diplomacia Pública ha asegurado que la Comisión Europea no puede disponer a su antojo de los fondos de cohesión: ‘Los fondos de cohesión no son un regalo, sino parte de una cuidadosamente diseñada distribución del dinero de los contribuyentes europeos para reducir la brecha entre los países de diferentes niveles económicos’, ha aseverado el magiar, que no duda en denunciar la campaña que la UE lidera contra su país.
Asimismo, Kovács se ha mostrado convencido de que la ya mentada epístola evidencia el afán de Soros de acabar con el estado-nación: ‘Es otro ejemplo de que la red de Soros está persiguiendo la imposición de una clara agenda política – la construcción de los Estados Unidos de Europa – que va contra los tratados existentes y la postura húngara’.
