«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Se espera que el proyecto de ley se presente en la tercera semana de octubre

Reino Unido avanza en la imposición de la cultura de la muerte y debatirá una propuesta para aprobar la eutanasia

El primer ministro, Keir Starmer. Europa Press

Más del 60% de los británicos está a favor de que un médico ayude a una persona a morir con una dosis letal, según una encuesta de Ipsos publicada este verano. Sólo el 17% apoya el derecho a la vida y la reivindicación de que toda vida es digna y merece ser vivida.

La diputada laborista Kim Leadbeater, que está dirigiendo este proyecto de ley que muestra el avance de la «cultura de la muerte» en Occidente, ha manifestado que «ahora», nueve años después del rechazo parlamentario a una norma similar, es el «momento» de celebrar un nuevo debate.

El primer ministro, Keir Starmer, prometió conceder a los parlamentarios laboristas la oportunidad de votar en «conciencia» sobre la cuestión y ha apoyado un cambio en la ley. Se espera que el proyecto de ley se presente en la tercera semana de octubre y que el primer debate se celebre a finales de año.

Antes de las elecciones del pasado mes de julio, desde la Iglesia católica se pidió a los electores votar en conciencia y defender la vida. «Al menos un líder político ha indicado que consideraría un cambio en la ley, manifestó el obispo de Shrewsbury, Mark Davies, antes de advertir a los feligreses que están en juego las vidas de los más débiles y vulnerables, «y la integridad de la ética médica».

«Abrir las puertas a la eutanasia cambiaría las profesiones médicas y la enfermería en su relación con los enfermos y los ancianos; distorsionaría la forma en que los enfermos y los ancianos son vistos en la sociedad (…) y pondría presiones intolerables sobre ellos; y promovería una cultura de la muerte que se ha extendido ya a enfermos mentales y niños», manifestó.

Meses antes ya denunció la «agenda mortal» contra la herencia moral cristiana y tildó de «especialmente siniestro» al lobby de la eutanasia. «El cristianismo nos llevó a cuidar de los más débiles y vulnerables, la eutanasia propone una nueva moralidad donde la luz de Cristo ya no nos guía», concluyó.

Quienes se oponen a la eutanasia recuerdan que su legalización envía a la sociedad (y a los enfermos) el mensaje de que hay vidas que valen menos, «vidas que no valen»; insisten en que la inmensa mayoría de los enfermos reclaman morir por dolor, por miedo al sufrimiento, por soledad… y que la respuesta deben ser los cuidados paliativos; y que, como demuestra la experiencia en otros países, la eutanasia nunca se aplica sólo a casos extremos y siempre se amplía.

TEMAS |
+ en
Fondo newsletter