«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Más de 15.000 personas fueron sometidas a inyecciones letales en 2023

Las autoridades médicas de Canadá aprueban el 97% de las solicitudes de eutanasia, quinta causa de muerte en el país

Imagen de archivo de un hombre en el hospital - SHUTTERSTOCK

La eutanasia ha alcanzado cifras alarmantes en Canadá, hasta llegar a convertirse en la quinta causa de muerte en las regiones al norte del continente americano. Según un estudio reciente del centro de estudios cristiano Cardus, estos actos, llevados a cabo por médicos y enfermeras, están en rápida expansión desde su legalización.

Desde que la «asistencia médica para morir» (MAiD, por sus siglas en inglés) fue legalizada en 2016, el número de canadienses que optan por este procedimiento se ha disparado. En el primer año de legalización, 1.018 personas murieron bajo este programa, pero para 2022, esta cifra se había multiplicado por trece, alcanzando las 13.241 muertes. Este crecimiento ha convertido al programa MAiD en el de mayor expansión a nivel mundial en el ámbito de la muerte asistida.

El impacto de la eutanasia en Canadá es tal que, en conjunto con las enfermedades cerebrovasculares, la muerte asistida ahora ocupa el quinto lugar entre las causas de mortalidad en el país, solo por detrás de cáncer, enfermedades cardíacas, COVID-19 y accidentes. Inicialmente, la eutanasia se concibió como un recurso extremo, reservado para situaciones excepcionales. Los fallos judiciales y la entonces ministra de Justicia, Jody Wilson-Raybould, subrayaron que este método debía ser un «sistema de excepciones estrictamente limitado y controlado», sin convertirse en una respuesta común al sufrimiento médico. La Asociación Médica Canadiense también enfatizó que debía aplicarse solo en casos excepcionales.

No obstante, la realidad ha superado estas expectativas. Los encargados de evaluar y proporcionar MAiD ya no lo consideran un último recurso, y el porcentaje de solicitudes denegadas ha disminuido a sólo el 3,5%. De hecho, las solicitudes pueden ser evaluadas y ejecutadas en un solo día. En 2023, la situación empeoró: según datos preliminares, más de 15.000 personas fueron sometidas a inyecciones letales. Si esta tendencia se aplicara a Estados Unidos, el número anual de muertes alcanzaría aproximadamente las 150.000, comparable a la población de Savannah.

El movimiento pro-eutanasia busca normalizar tanto las inyecciones letales como el suicidio asistido, no solo para enfermos terminales, sino también para ancianos, personas con discapacidades, enfermedades crónicas, problemas mentales y, en última instancia, cualquier persona que desee morir. La rápida aceptación de este mensaje en Canadá muestra cuán peligrosa y atractiva puede ser esta idea.

+ en
.
Fondo newsletter