Rumanía celebra la primera vuelta de las elecciones presidenciales tras la decisión del Tribunal Constitucional de anular el proceso de noviembre del año pasado tras la victoria del soberanista Calin Georgescu.
La anulación, un ataque a la soberanía del pueblo rumano, motivó una oleada de protestas en las principales ciudades del país. A Georgescu se le ha impedido presentarse. George Simion (AUR), considerado su «heredero», se sitúa como uno de los principales favoritos… y todos los sondeos apuntan que ganará la primera vuelta.
También figura en las quinielas el candidato de la coalición de Gobierno, Crin Antonescu, expresidente del PNL y uno de los arquitectos del acuerdo con los socialdemócratas. Completa el trío de favoritos el alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, quien si consigue la victoria se especula con que podría ampliar los apoyos de la coalición gobernante con el respaldo de su formación, la USR, como ya ha conseguido en el Ayuntamiento de la capital.
Mientras, ya está votando la población rumana afincada en el exterior, con una participación que alcanza ya las 250.000 personas, más del triple de la participación de las elecciones de noviembre, cuando votaron 62.000 personas de la diáspora, según datos de la Autoridad Electoral Permanente. La cifra supone además casi una cuarta parte del total de más de un millón de rumanos censados en el exterior.
El domingo los 18.979 colegios electorales designados en territorio rumano abrirán entre las 7.00 y las 21.00 horas para que ejerzan su derecho los 17.988.031 rumanos censados. Hay 159 observadores internacionales acreditados por la Autoridad Electoral Permanente, incluidos enviados de Estados Unidos, Reino Unido o Francia.