El texto pasa por alto el hecho de que Reino Unido goza ā o padece ā de su propia Ley de Igualdad; ley que, aprobada por el Gobierno del laborista Gordon Brown, garantiza los derechos de los homosexuales.
A pocos meses de que concluya el plazo establecido para las negociaciones entre Reino Unido y la Unión Europea, proliferan desesperadas acciones encaminadas a que el Brexit no se consume. Unas acciones que bien podrĆan resumirse en la enunciación de argumentos cada vez mĆ”s disparatados y de profecĆas cada vez mĆ”s ominosas y pesimistas (respecto al futuro de Gran BretaƱa).
Entre esos medios de comunicación que se afanan desesperadamente en impedir la consumación del Brexit, se halla el progresista āThe Guardianā. En Ć©l, se ha publicado esta semana un artĆculo cuya tesis principal es la siguiente: que la salida de Gran BretaƱa de la institución comunitaria constituye un riesgo para los derechos LGTB en el paĆs.
El texto, que lleva la firma de Jonathan Cooper y pretende aportar un enfoque novedoso respecto al Brexit, pasa por alto el hecho de que Reino Unido goza ā o padece ā de su propia Ley de Igualdad; ley que, aprobada por el Gobierno del laborista Gordon Brown, garantiza los derechos de los homosexuales.
āLa carta de la Unión Europea, con su panoplia de derechos que pueden ser aplicados a las personas homosexuales, fue adoptada en el aƱo 2.000⦠Y ahora, salvo que la CĆ”mara de los Lores haga su magia, el Gobierno, so pretexto del Brexit, estĆ” arrojando esa carta a la basuraā, asegura Cooper. El alborozo del aƱo 2000 es reemplazado por una especie de prohibición. Westminster lo ha hecho otra vez. Nos deja en peligro. La legislación del Gobierno de Gordon Brown, la Ley de Igualdad, nos protege, pero no nos provee de una aserción independiente de nuestro derecho a no ser discriminadosā.
āPerderemos derechos relacionados con la creación de empresas y el Ć”mbito laboral. El derecho al equilibrio de nuestra vida laboral tambiĆ©n estĆ” incluido, igual que la protección de nuestros datos personales. La libertad acadĆ©mica y el derecho a la objeción de conciencia se esfumarĆ”ā, sentencia, hiperbólico, el articulista.
Una reflexión exagerada
Las aseveraciones de Cooper se antojan realmente exageradas, en especial si tenemos en consideración cuĆ”l es la postura del Gobierno de Theresa May respecto a las cuestiones LGTB y a la ideologĆa de gĆ©nero. AsĆ, por ejemplo, el pasado mes de diciembre el Ejecutivo britĆ”nico ejerció una asfixiante presión sobre el territorio de Bermudas para que no culminase el proceso de ilegalización del matrimonio gay (ilegalización que fue votada en el Parlamento).
El artĆculo publicado por The Guardian prueba, otrosĆ, que la Unión Europea no es una organización imparcial en lo polĆtico, como suele presentĆ”rsela. Al contrario, el texto nos demuestra que la institución supranacional tiene una agenda ideológica muy clara; una agenda, relacionada con los derechos LGTB y el abortismo, que pretende imponer en todos los Estados miembro.