«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
en el New England Journal of Medicine

Un estudio vincula las rutas de inmigración ilegal con la propagación de la difteria en Europa

Llegada de inmigrantes a Gran Canaria.

Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine confirma que las rutas de inmigración ilegales están propagando enfermedades infecciosas por Europa. La investigación, centrada en el mayor brote de difteria en el continente en siete décadas, atribuye la expansión del virus no a los países de origen de los pacientes, sino a las rutas migratorias que atraviesan el continente.

Alemania y Austria fueron los países más afectados en 2022, con 118 y 66 casos respectivamente. En total, entre enero y noviembre de ese año, se detectaron 362 contagios en diez países europeos. La mayoría de los infectados eran hombres inmigrantes de entre 16 y 20 años, muchos de ellos llegados recientemente o en contacto directo con comunidades de inmigrantes. En un 96,1% de los casos, los afectados habían entrado en Europa poco antes de ser diagnosticados.

El estudio, liderado por el Dr. Andreas Hoefer, señala que «las personas que salieron de sus países de origen sin la enfermedad contrajeron difteria en su camino al país de destino«. Es decir, el contagio no se produce en origen, sino durante el tránsito migratorio. Además, se hallaron clones del virus estrechamente relacionados en varios países, lo que confirma la existencia de una cadena de transmisión ligada a estos desplazamientos.

La situación se ha agravado en 2025, cuando las autoridades sanitarias alemanas informaron de un nuevo brote vinculado al de 2022. Esta vez, los casos afectan a personas sin hogar, un menor no vacunado y un anciano.

El hallazgo plantea una grave preocupación de salud pública: la transmisión silenciosa y sostenida del Corynebacterium diphtheriae en Europa Occidental, facilitada por unas rutas migratorias que ni los gobiernos ni Bruselas parecen dispuestos a frenar.

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