Un inmigrante marroquí ha sido detenido en Suiza acusado de asesinar a una joven estudiante en París, cuyo cuerpo fue hallado enterrado en un bosque el pasado fin de semana. Este suceso ha provocado una fuerte conmoción en el escenario político francés, ya que en el pasado había sido condenado a siete años de prisión por una violación que cometió siendo menor de edad.
El sospechoso, un joven de 22 años llamado Taha, ha sido arrestado en Ginebra tras una solicitud de las autoridades francesas, que han anunciado que pedirán su extradición. Taha llegó a Francia desde España cuando tenía 17 años, sin documentación legal.
A pesar de que su condena por agresión sexual incluía una orden de expulsión del país, fue liberado de prisión el pasado 20 de junio. Inicialmente, fue trasladado a un centro de retención a la espera de su deportación. No obstante, un juez dictaminó su liberación el 3 de septiembre mientras se tramitaba su expulsión. Bajo control judicial, se le exigió presentarse periódicamente en la comisaría, una obligación que no cumplió. Tras recibir la autorización de Marruecos para deportarlo, las autoridades francesas lo incluyeron en su lista de personas buscadas.
En ese momento, Philippine, una estudiante de 19 años de la Universidad París Dauphine, desapareció tras salir de su centro de estudios, ubicado cerca del bosque de Boulogne. Un día después, su cuerpo fue hallado parcialmente enterrado en el bosque, lo que provocó que se iniciase una investigación para conocer la autoría.
Conocer la autoría del crimen ha desatado una tormenta política en Francia. Jordan Bardella, líder de la Agrupación Nacional (RN), ha sido una de las primeras figuras en pronunciarse al respecto. En una publicación en X, Bardella ha afirmado que «a Philippine le arrebató la vida un inmigrante marroquí que debía ser expulsado». El político patriota agregó que «este migrante no debería haber estado en nuestro territorio, pero reincidió sin consecuencias. La justicia es permisiva, el Estado está fallando y nuestros dirigentes permiten que los ciudadanos vivan con bombas de relojería. Es hora de que el Gobierno actúe».
Por su parte, el secretario de Estado de Ciudadanía y Lucha contra las Discriminaciones, Othman Nasrou, quien tiene doble nacionalidad franco-marroquí, ha expresado su consternación por lo sucedido. En una declaración este miércoles, ha calificado el asesinato de Philippine como «un crimen abominable» y ha asegurado que lo ocurrido es «horrible e inaceptable».