Como era de esperar, y como ha sucedido en cada partido que ha jugado la selección de Marruecos en el Mundial de fútbol de Catar, este miércoles algunas ciudades europeas han sufrido disturbios protagonizados por aficionados marroquíes y, en este caso, también franceses. La Prefectura de Policía francesa ha informado este jueves de la detención de más de 260 personas sólo en la región de París, después de la victoria de Francia a Marruecos en la semifinal, y hay que lamentar al menos el fallecimiento de un menor en Montpellier.
Varias concentraciones tuvieron lugar en la noche de este miércoles en la capital francesa tras la finalización del partido entre Francia y Marruecos, en particular en los Campos Elíseos, donde se registraron más incidentes.
En los Campos Elíseos, los seguidores de la selección de fútbol francesa lanzaron fuegos artificiales a los agentes de la Policía de Francia, que respondieron lanzado gases lacrimógenos y cargando contra los aficionados.
Además, durante la noche falleció un menor de 14 años tras haber sido atropellado por un conductor que se dio a la fuga en la ciudad de Montpelier. El joven fue trasladado de urgencia a un hospital cercano después de ser arrollado por un coche, y falleció poco después de ser atendido, según ha detallado en un comunicado la prefectura francesa de Hérault.
Los hechos tuvieron lugar cuando un grupo de personas, presumiblemente seguidores de la selección de fútbol Marruecos, se encontraban caminando por la calle y arrebataron a un vehículo la bandera de Francia que tenía colgada en la ventana. Tras ello, el coche inició una huida y arrolló a varias personas, incluido el menor, según se puede ver un vídeo difundido en redes sociales.
En Lyon, la tensión aumentó poco antes de medianoche, en la plaza Bellecour, donde la Policía francesa tuvo que dispersar a los hinchas con gases lacrimógenos. En otros puntos del país, como en Burdeos, los aficionados también salieron a las calles con bengalas, fuegos artificiales y bombas de humo, que en departamentos como en Aquitania o los Alpes Marítimos están prohibidas por seguridad.
En Bélgica, la policía cargó contra una multitud de hinchas en Bruselas, después de que éstos dispararan fuegos artificiales contra ellos. Los cuerpos de seguridad tuvieron que utilizar cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersarlos. Los aficionados también prendieron fuego a cajas y a una moto en el bulevar Lemonniet, en el centro de la capital.
