El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha defendido la soberanía de su país en su discurso en el acto por el aniversario de la Revolución de 1956. «La nación húngara siempre ha luchado por su libertad, y lo volveremos a hacer. No permitiremos que se convierta en un estado títere o en un vasallo de Bruselas. El pueblo húngaro exige paz y libertad, y nosotros las garantizaremos», ha manifestado.
Orbán ha relacionado el espíritu revolucionario y anticomunista de 1956 con la unidad demostrada por los húngaros durante las inundaciones de hace unas semanas, y ha destacado el trabajo «sobrehumano» de los equipos de socorro, los militares, la Policía y los voluntarios: «Cuando se acerca el peligro debemos permanecer unidos. Los húngaros somos un pueblo orgulloso y tenaz. Seguimos la regla de la unidad porque sin unidad no hay libertad«.
Asimismo, ha criticado la influencia extranjera y la ha equiparado a la resistencia de Hungría al control soviético: «El pueblo húngaro nunca ha permitido que ningún ocupante le doblegue o le domestique. Enseñamos a los soviéticos y a sus camaradas que no hay que meterse con los húngaros». Tal y como Hungría resistió frente al Gobierno controlado por al URSS debe resistir ahora a las presiones que vienen de las élites Bruselas, ha agregado Orbán. «Bruselas quiere volver a instalar un Gobierno títere sobre nosotros», ha insistido.
En este sentido, ha afirmado que los «burócratas» de Bruselas han llevado a Occidente «a una guerra sin esperanza, y están arrastrando a toda la UE». Por ello, ha reiterado que su patria debe seguir siendo independiente: «Para nosotros la lección de 1956 es que sólo debemos luchar por Hungría y por la libertad húngara. No debemos permitir que nos arrastren a las guerras de otras naciones».
El pasado mes de octubre, Orbán ya denunció que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, intentaba «derrocar» a su Ejecutivo, y recordó que altos cargos de la UE declaran «abiertamente» que buscan un nuevo Gobierno con críticas que «van más allá del típico discurso político europeo». Para él, Bruselas no oculta que estaría más cómoda con líderes favorables a la participación de Hungría en la guerra de Ucrania, la apertura de fronteras a inmigrantes o la derogación de las leyes en favor de la familia.