«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
todos fueron costeados con fondos de la ue

Von der Leyen viajó en avión privado al menos 16 veces en 2024 mientras exige recortes en C02 a los europeos

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en un avión.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, realizó 16 vuelos en aviones privados durante sus viajes oficiales en 2024. Así lo ha reconocido la propia Comisión en una respuesta escrita al eurodiputado Martin Schirdewan, copresidente del grupo La Izquierda en el Parlamento Europeo. Todos estos desplazamientos fueron costeados con fondos de la Unión Europea (UE).

El uso del jet privado por parte de Von der Leyen lleva tiempo bajo escrutinio. En marzo de 2023, los diarios alemanes Der Spiegel y Bild revelaron que la presidenta había efectuado 57 vuelos chárter entre 2021 y 2022. Aquellas informaciones desataron una oleada de críticas, especialmente porque la dirigente alemana es la principal impulsora del Pacto Verde Europeo, que impone restricciones a la movilidad de los ciudadanos en nombre de la lucha contra el cambio climático.

Pese a las crecientes críticas, la CE justifica el uso de estos vuelos alegando razones de seguridad o de agenda. «La presidenta viaja siempre que puede en aerolíneas comerciales y transporte público», declaró un portavoz del Ejecutivo comunitario, sin aclarar en qué circunstancias concretas se recurrió a los vuelos privados en 2024.

Según los datos trasladados al Parlamento Europeo, Von der Leyen suele viajar acompañada por un equipo que varía entre tres y 39 personas. Una de las delegaciones más numerosas fue la que voló a Breslavia (Polonia), compuesta por 40 personas, con un coste estimado de 2.981 euros por cabeza.

El viaje más caro de 2024 fue un trayecto con escala oficial en París y destino final en la ciudad suiza de Lucerna, donde se celebraron la Cumbre del G7 y la Conferencia de Paz sobre Ucrania. En este caso, el coste por persona del vuelo privado ascendió a 14.110 euros, aunque la Comisión no ha especificado cuántos pasajeros formaban parte del grupo.

Mientras la ciudadanía europea soporta restricciones climáticas, sacrificios económicos y un encarecimiento deliberado de los transportes y la energía, las élites de Bruselas continúan utilizando recursos públicos para mantener sus privilegios. El caso de Von der Leyen es el ejemplo más visible de una doble moral institucionalizada: la de quienes imponen desde arriba lo que nunca aplican a sí mismos.

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