La Comisión Europea ha vuelto a imponer su agenda ideológica con el Clean Industrial Deal (Pacto Industrial Limpio), un paquete legislativo que multiplica las regulaciones, eleva los impuestos y ahonda en el intervencionismo.
La vicepresidenta primera de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Teresa Ribera, ha defendido este martes el plan ante la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, insistiendo en la necesidad de reducir un 90% las emisiones para 2040 y alcanzar la «neutralidad de carbono» en 2050.
El documento elude cualquier evaluación sobre las consecuencias de las políticas climáticas previas, que han disparado los costes energéticos y han debilitado el tejido productivo europeo.
El plan habla de «energía asequible», pero omite que las políticas climáticas impuestas por la UE han provocado una escalada sin precedentes en el precio de la electricidad. Según Eurostat, el coste del megavatio-hora (MWh) para los consumidores industriales en España ha aumentado un 20% en seis años, pasando de 100,8 euros en 2018 a 121,7 euros en 2024.
Desde el grupo de Patriotas por Europa, el eurodiputado de VOX Jorge Buxadé ha denunciado que el Clean Industrial Deal carece de estudios de impacto y de un plan de financiación claro: «Nos traen aquí un plan sin datos, sin estudios, sin análisis de impacto ni evaluaciones previas. Y la pregunta es: ¿con qué dinero pretende pagar todo esto?», ha cuestionado, advirtiendo que la Comisión ha hablado de «movilización del ahorro privado», lo que podría traducirse en un mayor control sobre los depósitos bancarios de los ciudadanos europeos.
Además, ha recordado la responsabilidad de Ribera en el desmantelamiento de las nucleares en España, «y la prohibición de la extracción de uranio en Salamanca o los procesos extractivos de tierras raras en Ciudad Real, Fuerteventura o Vigo». «Usted no es creíble. Es imposible que usted y su jefa, Von der Leyen, compensen todo el empleo destruido por las políticas climáticas», ha concluido.