El líder del Partido por la Libertad (PVV), Geert Wilders, ha renunciado al cargo de primer ministro por no contar con los suficientes apoyos pese a que se impuso en las últimas elecciones en Países Bajos con un 23,5% de los votos.
Wilders ha recalcado que sólo puede convertirse en primer ministro «si todos los partidos de la coalición» le apoyan. «Ese no es el caso», ha reconocido, dejando la puerta abierta a un posible gabinete extraparlamentario. «Me gustaría un gabinete de derechas. Menos asilo e inmigración. Los neerlandeses primero. El amor por mi país y mis votantes es grande y más importante que mi propia posición», ha indicado.
La compleja aritmética parlamentaria ha dado lugar al nombramiento de un negociador, Kim Putters, para intentar cerrar un acuerdo entre la formación de Wilders y el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), así como el Nuevo Contrato Social (NSC), si bien este último ha mostrado sus recelos debido a las posturas del ganador de las elecciones en materia de inmigración y contra el islam.
El socialdemócrata Frans Timmermans, candidato de la coalición de Izquierda Verde y quien quedó en segundo lugar en los comicios, tampoco ha tenido fácil recabar apoyos, ya que el Parlamento neerlandés está prácticamente dominado por partidos que van desde el centro a la derecha ideológica.
Países Bajos celebró en noviembre del año pasado unas elecciones anticipadas debido a la caída del Gobierno de Mark Rutte. El primer ministro sigue aún en funciones a la espera de que fructifique un acuerdo para nombrar a su sucesor.
