El Gobierno del presidente de Argentina, Javier Milei, sigue acumulando motivos para estar satisfecho de sus políticas. Este viernes se conoció que la nación austral cerró el pasado año con un superávit del 1.8% del PIB. Luego del pago de los intereses de la deuda pública habría quedado un remanente de 0.3% de superávit, registrándose por primera vez una cifra positiva en este renglón en los últimos 14 años.
El logro, que además implica el superávit fiscal más alto que ha registrado la nación en los últimos 16 años, «se alcanzó honrando la totalidad de las obligaciones contraídas por el Sector Público Nacional», según ha explicado en su cuenta de X el ministro de Economía argentino, Luis Caputo.
«Es el resultado de un liderazgo extraordinario de nuestro presidente @JMilei, sumado a un programa de estabilización que ha sorprendido al mundo, y un trabajo en equipo de todos los ministros y secretarios de este gobierno, que entendieron la importancia de la austeridad fiscal como la herramienta principal para recuperar la estabilidad macroeconómica y la paz social», ha dicho además el funcionario en dicha red social.
Esta meta se asume como un resultado directo de la aplicación del método de la «motosierra», que resume buena parte de la filosofía de Gobierno del presidente Milei, consistente en liberar la economía y reducir el tamaño y los gastos del Estado. En concreto, el Ejecutivo ha informado de que el gasto primario estatal se redujo en 27% interanual tras la puesta en marcha de dichas medidas.
Así las cosas, la Casa Rosada ha ratificado a través de un comunicado que, con este logro, «se consolida el ancla fiscal del programa de gobierno, que permanecerá durante el 2025».