El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha aprobado discretamente una nueva ley que elimina la obligatoriedad de enseñar español en la educación secundaria, desatando controversia tras revelarse la presión ejercida por la embajada de Francia para excluir el idioma de los programas educativos.
La noticia de la intervención de esta embajada para sacar el español del currículo obligatorio ha centrado la atención en el papel de José Mendonça Filho, quien a principios de julio presentó un documento solicitando esta eliminación. En una entrevista, Mendonça Filho argumentó que no es necesario mantener la enseñanza obligatoria del español en la secundaria, dado que el inglés ya es obligatorio y hay otros idiomas con fuerte presencia en las regiones sur y sureste de Brasil.
Recientemente, representantes de asociaciones de profesores de español de 21 estados, junto con asociaciones lingüísticas e hispánicas de Brasil e Iberoamérica y colectivos defensores de la educación, emitieron una declaración pública criticando estos cambios. Subrayaron la relevancia de Brasil en América Latina debido a su posición geopolítica y liderazgo económico, así como su influencia en sectores como la industria, comercio, turismo y servicios. Además, destacaron las inversiones realizadas desde 2005 en la formación de profesores, la creación de nuevas licenciaturas y la adquisición de material didáctico.