El dictador nicaragüense Daniel Ortega arremetió duramente en contra del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien calificó de «arrastrado» durante una reunión de la chavista Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) efectuada el lunes, al tiempo que le exigió respetar la «victoria» del dictador venezolano Nicolás Maduro, tras los cuestionados comicios del pasado 28 de julio.
«Si querés que te respete, respétame Lula. Si querés que te respete el pueblo bolivariano respetá la victoria del presidente Nicolás Maduro y no andes ahí de arrastrado», sentenció Ortega en medio de un discurso en el que además ha criticado el supuesto papel de Lula como representante de los «intereses de los yankees (estadounidenses)» en la región.
En la XI Cumbre Virtual Extraordinaria de Jefes de Estado del ALBA-TCP participaron representantes de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y Santa Lucía.
Durante dicho encuentro Ortega volvió a proferir insultos contra España, a quien tildó de «asesina» de los «pueblos originarios» de América, al tiempo que resaltó el papel en la independencia del continente que tuvo el venezolano Simón Bolívar.
«Los británicos y los españoles no pidieron permiso para venir a América. Los europeos que siguieron emigrando a los Estados Unidos asesinaron a los pueblos originarios, destruyeron su cultura, su forma de vida y su desarrollo, igual que en nuestra América. Estas son prácticas fascistas que alentaron a las potencias imperialistas emergentes a buscar el dominio total del planeta en nombre de la democracia», dijo Ortega.
Maduro y la crisis regional de la izquierda
Pese a ser en líneas generales un aliado ideológico del chavismo, Lula ha optado por no reconocer abiertamente hasta ahora la «reelección» de Maduro, asomando en principio una propuesta de repetición de elecciones y luego insistiendo en la publicación de actas electorales mesa por mesa y un proceso de negociación entre el régimen y la oposición para superar la actual crisis política en Venezuela.
Más o menos la misma posición de equidistancia frente al desarrollo de los acontecimientos en Caracas ha sido abanderada por los gobiernos de Andrés López Obrador (México) y Gustavo Petro (Colombia).
Sin embargo, la consumación de un fraude electoral revestido con una sentencia judicial del Tribunal Supremo de Justicia -controlado plenamente por el chavismo- ha complicado en alguna medida la coexistencia de distintos factores y gobiernos de izquierda en Hispanoamérica.
Así las cosas, han surgido al menos tres bandos: los de quienes han justificado plenamente la maniobra encabezada por Maduro para quedarse en el poder (como la del propio Daniel Ortega y Luis Arce), la de quienes han preferido estirar la cuerda y esperar más tiempo para fijar una posición definitiva (los ya citados Lula, López Obrador y Petro) y la de quienes abiertamente han denunciado la instauración de un régimen dictatorial en el país caribeño (la posición defendida por Gabriel Boric).