«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
SE CONVIERTE EN EL LÍDER MÁS SEGUIDO EN EL FORO DE DAVOS, SÁNCHEZ, ENTRE LOS MENOS

El ‘efecto Milei’, con un discurso histórico en Davos, deja en ridículo la acción exterior de Sánchez

Javier Milei ha conseguido convertirse por méritos propios y en pocos meses en el líder indiscutible del mundo hispano. Un papel que tradicionalmente habían tratado de ostentar los presidentes españoles, especialmente José María Aznar, que centró de manera especial la Política Exterior de su Gobierno en América, y que incluso en el año 2022 hacía un llamamiento a recuperar la influencia española en América Latina. Una influencia que se fue diluyendo durante los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero, que prefirió acercarse a Evo Morales antes que a líderes verdaderamente respetados —y actualmente forma parte del Grupo de Puebla, además de mantener estrechas relaciones con el narcorégimen de Venezuela— y Mariano Rajoy, que directamente mostró su absoluto desinterés en la Política Exterior durante todo su mandato.

Actualmente Pedro Sánchez tampoco es un líder respetado en la Iberosfera, donde Podemos mantiene muchas mejores relaciones con los representantes de la ultraizquierda, como Gabriel Boric, Luis Arce, o el propio Nicolás Maduro. En cuanto a la relación entre el PSOE y los conservadores iberoamericanos, los lazos son prácticamente inexistentes. Sánchez ni siquiera ha felicitado aún a Milei por su victoria en las elecciones argentinas del 19 de noviembre, por ejemplo. Es lógico que sus relaciones no sean cordiales al ser perfiles tan dispares ideológicamente. Tampoco tienen nada en común su forma de hacer política ni la popularidad de la que disfrutan uno y otro.

El ejemplo más reciente de la aceptación de ambos perfiles, lo encontramos en sus apariciones en el Foro de Davos de este miércoles. Mientras que Milei pronunció un discurso histórico en español, en el que denunció que «el socialismo es siempre y en todo lugar un fenómeno empobrecedor que fracasó en todos los países en los que se intentó», y afirmó que los socialistas «sostienen que los seres humanos dañamos el planeta y que debe ser protegido a toda costa, incluso llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o la agenda sangrienta del aborto», Sánchez intervino en inglés para tratar de presumir acerca de los resultados de sus políticas económicas, afirmando que ha «creado más de 2 millones de empleos», algo que no es cierto porque el Ejecutivo maquilla las cifras de trabajadores con la figura de los «fijos-discontinuos», que parece creada para tal fin.

Mientras que la intervención del presidente argentino conseguía en pocas horas más de 180.000 reproducciones —sólo contando las del canal oficial de YouTube del World Economic Forum, sumando las de todos los medios que lo reprodujeron se sobrepasaba el millón—, el español obtenía apenas 4.500, emparado con el representante de Irán y muy lejos de las 13.000 del presidente francés Emmanuel Macron. Milei tuvo, por tanto, cuarenta veces más audiencia que Sánchez.

Sin embargo, no sólo las reproducciones son un elemento destacable del discurso de Javier Mieli, sino que lo es el fondo, y especialmente, el contexto: el líder argentino pronunció un discurso a favor de la libertad y en contra de la Agenda 2030 en el seno mismo de la principal reunión a nivel mundial de las élites que imponen a los ciudadanos de todo el mundo la Agenda 2030.

Milei supera a Sánchez en Davos en más de 170.000 visitas.

Tampoco su agenda para estos días de reuniones en el Foro Económico está siendo similar. Mientras que el líder de La Libertad Avanza se ha reunido con el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, David Cameron, con el que acordó verse de nuevo próximamente para conversar sobre las Malvinas. El líder socialista tan sólo ha compartido en redes sociales como lo más destacado de su agenda una extraña reunión con empresarios españoles en un cuarto que muchos internautas calificaban «como un trastero» y en la que a pesar de estar congregados en torno a una mesa aparecían apelotonados en sofás y algunos de ellos, medio dormidos. Además, Moncloa hizo público que durante ese encuentro los directivos habían dedicado un aplauso a Sánchez, cuando lo cierto es que lo hicieron con el ejecutivo de Cepsa Maarten Wetselaar, que el día anterior había recibido un premio de Forbes.

Y precisamente en cuanto a redes sociales tampoco tienen nada que ver uno y otro en aceptación. A pesar de ser Argentina y España países con una población parecida —46.884.749 y 47.473373 respectivamente según los últimos datos—, Milei resulta ser un presidente mucho más popular en X (Twitter), la más importante para la difusión de mensajes políticos. El argentino, con caso dos millones y medio de seguidores, casi dobla a Sánchez, con 1,8 millones. Ni siquiera la reciente presidencia española de la Unión Europea ha supuesto un subidón importante de interés de los ciudadanos por el líder del Ejecutivo.

A pesar de que Sánchez se considera un gran líder internacional, lo cierto es que España está cada vez más aislada por sus últimas decisiones y declaraciones sobre Gaza e Israel —con llamada a consultas de la embajadora por parte del Gobierno de Benjamín Netanyahu incluida—. Cuando en 2021 Joe Biden accedió a la presidencia de Estados Unidos, tardó meses en llamar al presidente español, y su administración habló antes con más de una treintena de líderes de otros países. Tras su última victoria electoral, tardó en recibir la llamada de la Casa Blanca más de un mes. Quizá en la memoria de Biden todavía persiste la persecución en un pasillo a la que lo sometió Sánchez en una cumbre de la OTAN en junio de 2021. España ya no es un socio prioritario para Estados Unidos, más interesado actualmente en Marruecos, y eso se nota en la escasa atención que le dedica su Gobierno al nuestro.

Milei, sin embargo, ganó las presidenciales el pasado 19 de noviembre, y recibió la llamada del Jefe del Ejecutivo estadounidense el día 22 del mismo mes, tres días después. En ese primer contacto ya adelantaron la necesidad de establecer acuerdos en materia de energía o alimentos, según hizo público la Casa Blanca en un comunicado.

El auténtico protagonista del encuentro en Davos este 2024 realizará además una gira europea en unos días, a principios de febrero. Está por ver si se reunirá con Sánchez, o decidirá ignorarlo tras el ninguneo del Gobierno español a su victoria e investidura.

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