La Fundación Nacional del Indio (FUNAI), el organismo del Gobierno de Brasil que establece y desarrolla las políticas relacionadas con los pueblos indígenas (con 305 etnias y 274 idiomas), ha permito el acceso a prestaciones sociales, ha asegurado la atención a la primera infancia, ha combatido la violencia contra las mujeres y ha realizado políticas específicas para jóvenes indígenas en los últimos cuatro años.
Este órgano está presente en todas las regiones del país y cuenta con 39 coordinaciones regionales, 240 coordinaciones técnicas locales y 11 frentes de protección etnoambiental. Su prioridad es la autonomía, la seguridad jurídica y la pacificación de conflictos.
Así, FUNAI ha invertido cerca de 82,5 millones de reales brasileños (un 150 por ciento más) en fiscalización de tierras indígenas. Como resultado, hubo una caída del 26,79 por ciento en la deforestación en tierras indígenas en la Amazonía Legal entre 2019 y 2021. También invirtió 51,4 millones de reales brasileños (un 335 por ciento más) en la protección de indígenas aislados.
Así, FUNAI apoya a los indígenas que buscan la libertad y la independencia económica, y les apoya para desarrollar actividades productivas en sus comunidades.
Un ejemplo del desarrollo de actividad productiva es la realizada con la etnia Haliti-Paresi, cuya producción de grano, soja, maíz y frijol mueve cerca de 140 millones reales brasileños y beneficia a más de 3.000 indígenas.
Esta etnia ha agradecido la labor de la fundación, bajo el liderazgo de Marcelo Xavier da Silva, por todo el trabajo que hacen en los pueblos indígenas: «No podemos olvidar jamás que, en todo este proceso, desde el inicio hasta día de hoy, ha sido fundamental la participación de la FUNAI», comenta uno de los líderes de la etnia Edson Kazomarakae, en un documental difundido en exclusiva por La Gaceta de la Iberosfera. «Los indígenas Paresi solo podemos agradecer a esta institución del Gobierno Federal y a las personas que trabajan ahí con amor a la causa indígena», asevera.
«La FUNAI de la actualidad busca adaptarse a esa nueva realidad, ignorada por las gestiones de décadas anteriores. FUNAI se modernizó, se actualizó, abrió sus sectores, sus departamentos… para dar a los pueblos indígenas la oportunidad de construir una economía hecha por ellos, dentro de sus tierras», ha comentado otro de los líderes de la etnia Haliti-Paresi, Genilson Kezomae.
