El Gobierno de Portugal, encabezado por Luís Montenegro, aprobó el lunes una propuesta de reforma legal que pretende poner coto a la «inmigración descontrolada» que vive el país, endureciendo a su vez los requisitos para acceder a la nacionalidad.
Montenegro, socio del Partido Popular, termina así concediendo la razón a los planteamientos enarbolados por la formación soberanista CHEGA durante los últimos años, en un contexto en el que la misma ha aumentado su representación en el Parlamento tras las últimas elecciones, convirtiéndose en la segunda fuerza política de Portugal.
En concreto, el Gobierno portugués ha avanzado que pretende introducir modificaciones en la Ley de Nacionalidad y la de Extranjeros, al tiempo que propone la creación una unidad nacional de fronteras dentro de la Policía de Seguridad Pública (PSP) para hacer frente al problema migratorio. Esta propuesta tendrá que ser discutida ahora por el Parlamento luso, para luego ser promulgada.
El vocero del Gobierno, António Leitão Amaro, ha explicado que se endurecerán los requisitos para acceder a la ciudadanía portuguesa, tanto la que se adquiere por vía «originaria», como la que se adquiere por vía «derivada». De igual modo, ha dicho que para naturalizarse como portugués el proceso demorará ahora siete años en los casos de personas que provengan de países de habla portuguesa y 10 en los casos de otros países de proveniencia.
El Ejecutivo también ha manifestado que la reforma pretende incrementar las exigencias de conocimiento de lengua y cultura portuguesas para conceder la nacionalidad, así como introducir un mecanismo que prevé la pérdida de la misma si una persona comete delitos graves como asesinato o violación.