La Asamblea Nacional de Venezuela ha aprobado el jueves en primera discusión una ley que endurecerá los controles aplicados a las actividades de las organizaciones no gubernamentales en el país, tras una solicitud formulada por el dictador Nicolás Maduro luego de la materialización de un fraude electoral en las presidenciales del pasado 28 de julio.
«Queda aprobada por unanimidad (…) la Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones Sociales Sin Fines de Lucro», ha dicho desde el Hemiciclo de sesiones del Parlamento el presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez.
Esta ley es parte de una batería de medidas que actualmente se discute en el Congreso del país sudamericano -dominado por una mayoría de diputados chavistas- y que incluso contempla la eventual aprobación de una «ley contra el fascismo», que se utilizará para arrinconar aún más a la disidencia.
En concreto, la nueva ley de oenegés estipula que las mismas deben presentar al Estado venezolano una «relación de donaciones recibidas con plena identificación de los donantes, indicando si son nacionales o extranjeros», y que, en caso de no cumplir adecuadamente con estos recaudos, las entidades pueden ser sometidas a multas de hasta 10.000 dólares.
