«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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ANTE LOS ATAQUES DEL RÉGIMEN DE ORTEGA

El mundo católico se moviliza por la libertad de Nicaragua

Manifestación en respaldo a la Iglesia católica en Nicaragua. Twitter

De muy larga data es la afrenta del comunista nicaragüense Daniel Ortega contra la Iglesia Católica. Durante su cuarto período presidencial, en 2018, se desató una ola protestas en el país que arrojó más de 60 muertos, cientos de heridos y detenidos, al tiempo que obispos y sacerdotes fueron amenazados de muerte. Y es que la Iglesia Católica  nicaragüense acompañó en sus reclamos a estudiantes y manifestantes que en las calles pedían un cambio, poner fin a la corrupción, al nepotismo y la impunidad.

Despues de esa fecha, la persecución a la Iglesia se incrementó aún más: pintas, profanaciones, exilio, robos, incendios, fueron algunas de las muchas agresiones ejecutadas.

“En el año 2020 el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) presentó un informe sobre las profanaciones a la iglesia católica perpetradas por el régimen Ortega- Murillo durante 2019 y 2020… La cantidad de casos documentados ascienden a 190”.  

En noviembre de 2021 con los principales candidatos opositores encarcelados, Nicaragua fue de nuevo a “elecciones”. Con el 81% de abstención, Daniel Ortega fue “reelegido” por quinta vez y cuarta consecutiva.

Estas últimas semanas misioneras de la caridad  han sido expulsadas, medios de comunicación clausurados, cientos de ONG disueltas y un obispo, Rolando Álvarez, y siete sacerdotes y seminaristas, están bajo arresto domiciliario.

Este ya viejo agravio a la fe por parte de la dictadura en el país centroamericano ha originado un profundo malestar dentro y fuera de Nicaragua. En las redes sociales se pueden leer las manifestaciones de solidaridad con los pastores y feligresía católica.  Pero lo que más llama la atención, sobre todo en de los creyentes, es el pavoroso silencio sostenido por el Papa Francisco ante el feroz asedio. El mutismo del Jefe del Vaticano, llevó a un grupo de 26 ex jefes de Estado de América Latina y España a emitir un comunicado en el que manifestaron su preocupación por la persecución emprendida por el binomio Ortega-Murillo, a la Iglesia Católica nicaraguense, al tiempo que solicitó al Papa “una firme postura” al respecto.

Ante la omisión de Bergoglio, obispos y sacerdotes del mundo entero están pronunciándose para condenar el acoso de la dictadura nicaragüense contra la Iglesia y para solidarizarse con sus hermanos.

La Conferencia Episcopal Venezolana deploró el arresto del obispo Rolando Álvarez por parte de las autoridades nicaragüenses y afirmó que el hecho no solo es una actitud hostil hacia la Iglesia Católica sino ademas una muestra más “del grave deterioro del estado de derecho y de las garantías ciudadanas que sufre hoy nuestro hermano país».

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal italiana, Matteo Zuppi, lanzó un llamado para que en Nicaragua se garantice la «libertad de culto y de opinión no sólo a los exponentes de la Iglesia Católica sino a todos los ciudadanos»

Los obispos de la Conferencia Episcopal Panameña (CEP), expresaron este sábado su «profunda preocupación» y «repudio» por la escalada de violencia gubernamental desatada  hacia el pueblo y autoridades eclesiásticas en Nicaragua, que afirman, pone en peligro la «libertad religiosa» en ese país”.

Una fraterna carta de solidaridad dirigida a monseñor Carlos Enrique Herrera, obispo de Jinotega y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, enviaron los obispos de Ecuador a sus pares en Nicaragua.  En ella expresan la dura persecución y represión que sufren los católicos de esa nación centroamerica “por su fidelidad al Evangelio de la vida, de la libertad, de la justicia y de la paz”. Los pastores ecuatorianos expresaron también su especial cercanía con monseñor Rolando Álvarez.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, reclamó «una liberación inmediata del obispo de Matagalpa», Rolando Álvarez y sus acompañantes en Nicaragua, denunció las «detenciones de sacerdotes» en ese país y los «obstáculos» que las fuerzas policiales ponen a los fieles para acceder a los templos.

Tanto pronunciamiento ha obligado al Papa Francisco a expresarse al respecto. Y este domingo 21 de agosto -a pesar de no mencionar el arresto del obispo de Metagalpa- sí hizo referencia a la situación por la que atraviesa la Iglesia en Nicaragua.

Quienes vivimos y crecimos bajo el liderazgo de Juan Pablo II y Benedicto XVI nos desconcierta, irrita y preocupa el comportamiento de un Papa que afirma públicamente su cercanía con la dictadura cubana, mientras se muestra incapaz de defender públicamente a su hermano del episcopado.

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