El secretario general del Grupo Parlamentario VOX y director de la oficina económica del partido, José María Figaredo, ha calificado como un «virus» a la ideología socialista que en la Iberosfera, Europa y, en concreto, en España «ha arrasado con el bienestar de los españoles».
El también diputado de VOX ha participado en el panel Ideas para la prosperidad de las naciones de la segunda jornada del III encuentro regional de Foro Madrid que se celebra en Buenos Aires junto a la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Diana Mondino, y el presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Alberto Benegas Lynch.
Figaredo ha recordado que el socialismo ha provocado que desde 2007 el crecimiento del PIB per cápita en España sea «nulo». «Mientras que la OCDE ha avanzado, más o menos, la riqueza de los españoles está absolutamente estancada. Hoy está cerca de países como Estonia, Letonia, Polonia… el PIB medio está en 30.000 euros, es inferior a la media de la Unión Europea que es de 40.000», ha detallado.
En ese sentido, ha asegurado que «el bienestar de los españoles ha sido arrasado por el virus socialista» y ha apuntado al Partido Popular y al Partido Socialista como los culpables de que eso haya ocurrido. «Ese socialismo actúa con el color rojo a cara descubierta o de tapadillo con el color azul«, ha incidido.
El diputado de VOX también ha aprovechado su intervención en el Foro Madrid para referirse a la crisis migratoria que busca, en su opinión, «una modificación cultural»; cambiar «la fisionomía de las sociedades». Y de nuevo ha vuelto a señalar a PSOE y PP como corresponsables: «La única explicación es la voluntad política del socialismo rojo y del socialismo azul. Colaboran de forma voluntaria».
Para solucionar los problemas económicos en los que, ha incidido, juegan un papel importante los subsidios con los que los Estados crean ciudadanos «esclavos», ha enumerado cinco propuestas: garantizar la seguridad física y jurídica de personas y empresas, la desregulación, el fomento del crecimiento de las empresas, la eliminación de la cultura del subsidio, y la protección del libre mercado.
«Ahí sí hay un juego de suma cero, en el poder y la defensa de las ideas, en quienes defendemos la soberanía, la libertad, la vida y la propiedad privada frente a la usurpación», ha concluido.