Este viernes inició en La Habana la cumbre del G77+China, una cita que convoca a cerca de una treintena de mandatarios a nivel mundial entre los que destacan los izquierdistas Gustavo Petro (Colombia), Alberto Fernández (Argentina) y Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil).
El encuentro, en el que además participa el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, pretende abordar «los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación».
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, adelantó esta semana que el documento final de la cumbre pretende erigirse en una crítica a los «principales obstáculos de acceso al desarrollo de los países del sur», llamado a su vez al establecimiento de un «orden económico internacional nuevo».
Así, el representante de Exteriores de Cuba ha dicho que el evento «reclama una reforma profunda de la arquitectura financiera internacional, la eliminación urgente de las medidas coercitivas internacionales, el tratamiento adecuado a la creciente deuda externa a los países en desarrollo»
El G77+China es un grupo originalmente creado en 1964 que ha llegado a arropar a 134 países del mundo en total.
Este encuentro se produce en medio de una de las crisis económicas más duras con las que ha tenido que lidiar la dictadura cubana en los últimos años.
