«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
FINANCIARÁN AL RÉGIMEN

La ONU y la CAF se acercan a Maduro en medio de la apuesta por blanquear internacionalmente su dictadura

El tirano Nicolás Maduro junto al presidente de la CAF, Sergio Díaz-Granados. Twitter

La operación internacional de estabilización y lavado de cara del régimen de Nicolás Maduro sigue su curso. Una vez aplacada la oposición política venezolana, que terminará siendo llevada a competir nuevamente en unas amañadas elecciones presidenciales que, en teoría, se realizarán en 2024, y aunado al hecho de la claudicación paulatina del Gobierno de los EEUU con respecto a presionar activamente para producir la salida del tirano de Miraflores, Maduro ejerce un cabildeo abierto en diversos foros internacionales buscando validar una imagen de gobernante legítimo de Venezuela.

Poco importa ya a esta altura que haya fabricado una farsa electoral en 2018 para quedarse en el poder. De nada vale recordar que mantiene en las cárceles del país a más de 200 presos políticos civiles y militares. Es indiferente si se le recuerda al mundo cómo el dictador de Venezuela acorraló y mató a jóvenes que se atrevieron a protestar en contra de su régimen en 2014, 2017 y 2019, sin mayores consecuencias. Eso parece haberse olvidado.

Basta ver lo ocurrido con la Organización de Naciones Unidas (ONU) que, aunque tiene una comisión de Derechos Humanos que ha atestiguado que en Venezuela se cometen sistemáticas violaciones a los mismos, no ha generado consecuencias ni sanciones de importancia. Sin embargo, las cosas ahora pasan a un nuevo nivel: el organismo publicita abiertamente el otorgamiento de recursos económicos que hará al Estado chavista para que este pueda gobernar a sus anchas.

Por insólito que parezca, representantes de la ONU y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) se reunieron la semana pasada en Caracas para promover la “movilidad humana, el desarrollo productivo y la seguridad alimentaria, la recuperación y el restablecimiento de los servicios básicos” dentro del país sudamericano. O lo que es lo mismo y en cristiano: estos dos organismos se estarían sumando abiertamente a financiar la normalización de Venezuela a través del régimen de Maduro, convirtiéndose en promotores de proyectos y políticas públicas que serán ejecutados directamente por la tiranía.

“Esta nueva alianza entre nuestras organizaciones con décadas de presencia en Venezuela, es un paso adelante importante para movilizar recursos y compromisos de todos los actores para apoyar a una recuperación socioeconómica sostenible”, dijo el representante de la ONU, Gianluca Rampolla del Tindaro, tras verse con los representantes de la CAF en la capital venezolana.

Justamente una nota de prensa de la CAF -un banco de desarrollo en el que tienen participación 18 países de América, España y Portugal- en voz de su presidente ejecutivo, Sergio Díaz-Granados, se mostró satisfecha en haber suscrito dicho convenio con los representantes de la ONU en Venezuela:

“Seguimos sumando esfuerzos y complementando saberes y experiencias para ofrecer soluciones eficientes y pragmáticas que mejoren la calidad de vida de la población y brinden mejores oportunidades para su desarrollo”.

Pero la cosa no queda allí. Díaz-Granados incluso acudió a Miraflores el 7 de julio a entrevistarse con Nicolás Maduro. Lo típico: un estrechón de manos y la sonrisa de oreja a oreja. Sobre los puntos concretos tratados en el encuentro no hay mayor información. Pero todo apunta a la ratificación de los acuerdos comentados más arriba, en los que el gran ganador sería precisamente el tirano venezolano.

En un contexto de supuestos “bloqueos” internacionales para hacer gestión pública, dadas las sanciones que EEUU y Europa han impuesto al chavismo desde hace un par de años, el régimen de Maduro recibiría dinero fresco autorizado por ambos organismos para hacer el amague de que “gobierna” un país, adecentando su imagen en el espacio internacional. Se le liman pues los colmillos al dictador, que ya no es “dictador”, sino un “presidente” más, de los muchos que hay en el mundo.

.
Fondo newsletter