El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha prometido que defenderá la capital, Quito, ante la intención de las organizaciones indígenas de marchar sobre la ciudad en el marco del paro nacional, una huelga indefinida convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) que suma este lunes su octavo día.
«No podemos permitir que unos pocos violentos impidan trabajar a millones de ecuatorianos. No vamos a permitir que se enfrente pueblo contra pueblo», ha subrayado. «Aquí estoy para defender a Quito, a cada familia de la capital y del país», ha remachado Lasso en una intervención dirigida a la nación por televisión.
El mandatario ha decretado un nuevo estado de excepción para seis provincias con el que ha derogado el decreto aprobado el 17 de junio como respuesta al paro nacional convocado por la CONAIE.
El nuevo decreto, que también tendrá una duración de 30 días, afectará a las provincias de Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha, Pastaza e Imbabura, donde «se concentra la mayoría de actos violentos que atentan contra la integridad física de las personas», ha subrayado un comunicado de la Presidencia de Ecuador.
Lasso ha hecho este lunes un llamamiento al diálogo, aunque ha rechazado concesiones: «democracia o caos». Como consecuencia del paro hay cerca de 80 tramos de carreteras bloqueadas por las protestas.
El mandatario ha asegurado que con sus propuestas del sábado respondió a las demandas de CONAIE: declaración de emergencia en el sistema de salud, el anuncio para duplicar el presupuesto en educación intercultural, el aumento del bono de desarrollo humano, la condonación de deudas, créditos para el campo y subsidio a la urea, entre otras medidas.
«Estamos atendiendo las legítimas demandas ciudadanas», ha planteado, por lo que lamentó que, pese a estas concesiones, la respuesta sea más violencia y nuevas amenazas de atacar a Quito.
Sin embargo, para Lasso quienes dirigen las protestas no quieren la paz. «Ellos quieren el caos, quieren botar al presidente, yo estoy aquí, no voy a escapar… democracia o caos, esa es la gran batalla», ha insistido, al tiempo que ha defendido siempre ha estado abierto al diálogo, escuchando las necesidades de los ecuatorianos, especialmente de los más vulnerables.
«Todos queremos diálogo, menos unos pocos violentos. Hago un llamado por la paz. Tenemos que sentarnos en una mesa, y juntos buscar soluciones para cada una de las legítimas necesidades de los ecuatorianos», ha argumentado.
Lasso ha decretado el estado de excepción en tres provincias –Pichincha, Cotopaxi e Imbabura–, pero este mismo lunes se reúne la Asamblea Nacional para derogar el decreto.