El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha aceptado el ‘no’ al referéndum celebrado este domingo para conocer la opinión de la población ecuatoriana sobre una serie de enmiendas constitucionales y ha pedido un acuerdo nacional.
«Ecuatorianos, cuando el pueblo habla, es deber de los gobernantes analizar, entender y aceptarlo (…) El objetivo del referéndum del pasado domingo siempre fue escucharlos, sea cual sea su pronunciamiento«, ha declarado en un discurso nacional pronunciado durante la noche del lunes.
Lasso ha indicado que, «más allá de los resultados de la consulta popular», la gran mayoría «desea y anhela un país mejor», ya que las demandas de la población son las mismas: «Más seguridad, mejor educación, mejor salud, más trabajo, mejores empleos, mejores salarios y reducción del costo de la vida. En síntesis, todos queremos cambiar el Ecuador para bien«.
El mandatario ecuatoriano ha considerado que el resultado del referéndum -que todavía no es definitivo a pesar de la clara ventaja del rechazo al mismo– fue «un llamamiento del pueblo al Gobierno», razón por la cual su gabinete no va «a eludir esa responsabilidad».
También ha señalado a «toda la dirigencia política y al Estado», ya que considera que los ciudadanos «han pedido a todos los partidos» el fin de «las rencillas» entre ellos para ponerse «de una vez por todas a solucionar los problemas urgentes y concretos».
Por otro lado, Lasso ha felicitado a los candidatos que han obtenido la victoria en las elecciones locales, que también tuvieron lugar este domingo, y cuyos resultados han supuesto un golpe para el partido gobernante, ya que han perdido las alcaldías de las principales ciudades, Quito y Guayaquil, a favor de los candidatos leales al expresidente Rafael Correa.
