Los camioneros de Colombia llevaron al presidente Gustavo Petro a una encrucijada tras la decisión de aumentar el precio del diésel, lo que desencadenó un paro que puso al Gobierno en una situación crítica.
El Gobierno liderado por Petro decretó un incremento de 50 centavos de dólar en el precio del diésel, una medida que justificó como necesaria para igualar los precios internacionales, aunque el gremio de los transportistas la calificó de injusta y perjudicial.
No obstante, el viernes 6 de septiembre, ambas partes alcanzaron un acuerdo que puso fin a un paro de cuatro días, el cual había paralizado el transporte y generado desabastecimiento de combustible en diversas regiones del país. El pacto establece un aumento progresivo del diésel en dos fases, siendo la subida final solo la mitad de lo originalmente anunciado.
«Lo fundamental era lograr acuerdos. Lo primero que hicimos fue desmontar el mito de que el precio del diésel no se podía ajustar; sí se puede, pero de manera gradual», afirmó Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, durante una rueda de prensa.
El brigadier general José Ramírez, jefe de la Policía Nacional, informó que «la noche del 5 de septiembre se registraron 53 bloqueos intermitentes, pero hoy ya se ha visto una reducción. Poco a poco hemos logrado desbloquear varios puntos en el país». Sin embargo, algunos problemas derivados del paro persisten, especialmente en Bogotá, donde el tránsito sigue afectado por camiones y escombros que obstruyen las vías. Transmilenio informó que ha tenido que desviar rutas zonales, afectando el transporte público.
El Gobierno de Petro admitió haber llegado al «límite» en cuanto a un posible desabastecimiento de gasolina y gas licuado, luego de que varios campos petroleros cerraran sus operaciones debido a los bloqueos que impidieron el despacho de sus productos.
Departamentos como Santander, Boyacá, Meta, Nariño y Cundinamarca fueron los más afectados por la escasez de combustible.
Durante el paro, Gonzalo Moreno, presidente de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, alertó que los bloqueos impidieron el suministro de alimento para los animales en Cundinamarca, lo que podría generar escasez de productos como el pollo y el huevo. Incluso la FAO expresó su preocupación ante la situación.
Amenazas de Petro hacia los transportistas
A pesar de que el ministro Alfonso Cristo ha instado a mantener el diálogo con los manifestantes, el presidente Petro adoptó un tono más firme en su postura, advirtiendo a los líderes del paro y a sus promotores con consecuencias legales.
«La Fiscalía tomará las acciones necesarias. Dian y Superintendencias ya están realizando visitas a las empresas intermediarias para asegurar que los transportistas reciban el pago justo por sus cargas», declaró Petro antes de una reunión con su Consejo de Seguridad el pasado 5 de septiembre.
Cabe recordar que desde 2020, el gobierno colombiano congeló el precio del galón de diésel en 11.360 pesos (aproximadamente 3 dólares) para «evitar un mayor impacto en la inflación».