Argentina vivirá este miércoles 24 de enero una jornada de paro general en la que los principales sindicatos del país saldrán a las calles para manifestarse en contra del decreto de necesidad y urgencia (DNU), por el que se eliminan numerosas leyes y normas para desregular la economía y permitir la privatización de empresas públicas, y de la ley ómnibus, impulsados por el presidente Javier Milei.
Está previsto que los sindicatos marchen por la Avenida de Mayo de Buenos Aires, una de las principales calles de la ciudad porteña, para llegar posteriormente hasta el Congreso, donde tendrán lugar los actos centrales de la jornada, entre las 15.00 y las 16.00 horas locales.
La atención al público en algunas sucursales bancarias quedará suspendida durante este miércoles, mientras que el transporte público funcionará con normalidad hasta las 19.00 horas, cuando dará comienzo un paro de transportes hasta la medianoche.
Los sindicatos esperan que la convocatoria sea «la más masiva» de la historia y que refleje el rechazo popular a los planes de «ajuste y recorte» del Gobierno de Milei. Las principales organizaciones sindicales van a secundar el paro, entre las que se encuentran la CGT, la CTA, la ATE o La Bancaria.
«El 24 de enero el pueblo copará las calles en una movilización histórica para protestar contra el desmadre inflacionario y rechazar el DNU y la Ley Ómnibus», ha sostenido el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky.
Descontento del Gobierno
El Gobierno ha mostrado en todo momento su rechazo a esta convocatoria, que llega en tiempo récord, según ha criticado. En concreto, hace referencia a la celeridad con la que el Ejecutivo de Milei se ha tenido que enfrentar a su primer paro nacional, menos de dos meses después de asumir el cargo.
Milei sentenció el pasado lunes que el paro va a mostrar que hay dos Argentinas, y aquellos que lo secunden serán los que se quieran quedar en el modelo del pasado y la decadencia, situándose en contra del camino del Gobierno para ser «un país de desarrollo».
En los últimos días se han sucedido también las amenazas para los trabajadores que participen. El Ejecutivo ha advertido de que podría descontar el día a quienes secunden la media jornada de huelga general. «Lo estamos analizando como una posibilidad cierta», ha afirmado el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también ha rechazado el paro, al considerar que implicará un día sin producción y sin actividad comercial y una pérdida económica «mayúscula» para el país. «Nuestras pymes necesitan trabajar, ya que sin trabajo no hay ingresos», ha expresado su presidente, Alfredo González.