El Gobierno de Javier Milei ha dictado este viernes una «medida preventiva» que «suspende los efectos de la compra» de la filial de Telefónica en Argentina por parte del grupo mediático Clarín por 1.245 millones de dólares (en torno a 1.200 millones de euros).
A pesar de las intenciones del Gobierno argentino, la venta de la filial de Telefónica en el país sudamericano ya está cerrada y cobrada, por lo que cualquier riesgo regulatorio corresponderá al comprador, como señaló la teleco cuando informó de la transacción a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a finales de febrero.
La medida, ejecutada a través de la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía, se sustenta en la recomendación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia que avisa de que «la fusión de ambas compañías incrementaría en forma significativa su participación en el mercado», según el comunicado de la Oficina del presidente argentino.
La participación resultante de la operación, según el Gobierno argentino, «implicaría una concentración del 61% para el mercado de telefonía móvil; 69% para la telefonía fija; y, respecto al servicio de internet residencial, en algunas zonas del país la concentración podría llegar al 80%».