El régimen nicaragüense de Daniel Ortega ha anunciado este jueves «su decisión soberana e irrevocable de retirarse» del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, después de que un grupo de expertos de este organismo acusara a Managua a través de un informe de «fusionar» instituciones en una «maquinaria unificada de represión» contra la disidencia.
«Para Nicaragua, estos irrespetuosos mecanismos perdieron su naturaleza y esencia, no los reconocemos, y no nos vemos siendo parte y cómplice de atropellos contra la soberanía, la igualdad de los Estados y la dignidad de los Pueblos», reza un comunicado del Ministerio de Exteriores nicaragüense recogido por el medio oficialista 19digital.
Según ha indicado la cartera ministerial, «una vez más» el Consejo de DDHH «viola su propia normativa» sobre los principios de objetividad, imparcialidad y no selectividad en el examen de las cuestiones de Derechos Humanos y la obligación de eliminar la aplicación de un doble rasero y politización.
Así, ha hecho referencia al citado informe, que no reconoce, «al igual que los informes anteriores, declaraciones, comunicados y actualizaciones del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, alegando que «son una evidencia del doble rasero y la politización de cada uno de estos mecanismos, que cotidianamente instrumentalizan los Derechos Humanos, usándolos como pretexto para injerir en los asuntos internos de los Estados e irrespetar la soberanía».