«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
INSISTE EN APOYAR LA DESPENALIZACIÓN DE LAS DROGAS

Petro achaca el auge de la violencia en Ecuador a un «equivocado» enfoque antidrogas

El presidente de Colombia, Gustavo Petro. Europa Press

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, volvió a poner sobre la mesa su posición a favor de la despenalización de algunas drogas, señalando que la situación de violencia desbordada que vive Ecuador es consecuencia de una «una política antidrogas equivocada» en ese país.

«En América, la expansión de poderosas bandas internacionales tiene que ver con una política antidrogas equivocada (…) entre más prohibición, más rentabilidad de lo ilícito y más poder mortífero de las bandas», dijo el mandatario colombiano, quien anteriormente ha dicho que no es partidario de perseguir a los campesinos que cultivan hoja de coca o que el petróleo se convertido en una sustancia mucho más mortífera que la cocaína a nivel mundial.

El mensaje de Petro llega justamente cuando el Estado ecuatoriano busca hacer valer su poder, en medio de una inédita crisis de violencia desatada por agrupaciones delictivas ligadas al negocio de la droga que han decidido emprender un enfrentamiento abierto con las estructuras del Gobierno de Ecuador.

El martes varios encapuchados sometieron al personal de TC Televisión, una cadena televisiva en Guayaquil, siendo posteriormente detenidos por las autoridades. Los enfrentamientos, producidos en distintos puntos de la ciudad, se saldaron con al menos 10 muertes.  

A comienzos de semana el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, optó por declarar la existencia de un «conflicto armado» tras el recrudecimiento de la ola de inseguridad desatada a lo interno del país. A través de dicho decreto el mandatario facultó a las Fuerzas Armadas del país para «ejecutar operaciones militares» destinadas a «neutralizar» a quienes subviertan el orden.  

Por su parte, el presidente colombiano insiste en que no basta con emprender un enfoque militar del asunto, sino que hay que «dotarse de poderosas políticas de empoderamiento juvenil que incluye la conectividad, la cultura y la educación superior», en el entendido de que «el crimen hoy es multinacional y multicrimen».

Colombia y Ecuador comparten una frontera de aproximadamente 586 kilómetros. Se estima que desde que, en 2016, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron la paz con el Estado colombiano, buena parte de las actividades de distribución de drogas sostenidas por este grupo y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) migraron a países cercanos, como Venezuela o el propio Ecuador.   

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