El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha informado este martes de que más de un millón de municiones, explosivos y granadas, así como otro tipo de armamento militar, como misiles, ha desaparecido del inventario de las bases de Tolemaida, en el departamento de Cundinamarca, y de la base de La Guajira, en el norte del país.
«La única manera de explicar este tipo de faltantes es que han existido durante un largo tiempo redes integradas por gente de las fuerzas militares y civiles dedicadas a un comercio masivo de armas usando las armas legales del Estado colombiano», ha señalado en rueda de prensa junto al ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Petro ha indicado que el destino de este armamento son los grupos armados que operan en Colombia, pero también los grupos armados en conflictos extranjeros como el de Haití, «a siete horas en lancha rápida de la base de La Guajira», y al mercado de contrabando de armas a nivel internacional.
«Es un hecho grave por la magnitud de los faltantes», ha señalado, agregando que era necesario que la opinión pública conociera estos datos, puesto que es fundamental «separar completamente a la fuerza pública» de «cualquier hecho de corrupción» a fin de «garantizar la seguridad de la ciudadanía» y de las propias fuerzas militares.
