«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
INSISTE EN ACABAR CON UN EXITOSO MODELO SANITARIO

Petro, en mínimos de popularidad, insiste en una reforma de salud que se estanca en el Congreso

Gustavo Petro. Europa Press

Luego de más de un año de la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño, muchas han sido las medidas de Gobierno que el presidente colombiano ha visto naufragar. Sin embargo, entre ellas destaca especialmente el chasco experimentado con la reforma de salud, una acción que el mandatario prometió con fervor durante la campaña electoral y que hoy luce estancada en el Congreso.

La polémica política del jefe del Ejecutivo de Colombia contempla quitar poder a las llamadas Entidades Prestadoras de Salud (EPS), empresas privadas que se encargan de llevar el peso de buena parte del sistema sanitario del país, mediante un esquema de contribuciones que es financiado por los ciudadanos.

En general este es un esquema que ha llevado a Colombia a sostener unas políticas sanitarias en los últimos años que, para los estándares de la región, funciona muy bien y es incluso un modelo a imitar para muchos países.

Sin ir más lejos, recientemente The Economist situó al entramado sanitario de Colombia como el sexto mejor del mundo, aventajando incluso al que albergan países como Estados Unidos. Uno de los puntos que los organismos internacionales especializados refieren para otorgar esta calificación recae en el hecho de que, amén de que las empresas privadas son protagonistas del mecanismo, el país sudamericano otorga un gran nivel de inclusividad en la prestación de los servicios de salud.

Sin embargo, a Petro se le ha metido en la cabeza que esto no está bien, insistiendo a rajatabla en que dicho sistema debe estar más intervenido por el Estado. El domingo, por ejemplo, machacó la idea de que el sistema sanitario del país debe tener un enfoque preventivo, donde haya «centros de atención primaria y equipos médicos que recorrerán de manera permanente todos los hogares del país (…) En la salud preventiva se plasma el derecho universal a la salud de todas las personas en Colombia».

Afortunadamente a esta altura el Congreso de la nación hispanoamericana ha servido de dique de contención frente a las tentativas del mandatario izquierdista, oponiéndose permanentemente al avance de dicha reforma en la Cámara.  

No obstante, Petro ha enfatizado que perseverará en su intento de imponer un cambio drástico en el sistema de salud, afirmando que la presentará «tantas veces como sea necesario» en el Parlamento. Así se lo hizo saber al principal partido de la oposición -el uribista Centro Democrático- en una reunión la semana pasada.

El momento, además, no es el mejor para el mandatario izquierdista, quien ha venido cayendo sostenidamente en los sondeos desde que inició su administración el pasado. El más reciente estudio de la empresa Datexco en su estudio Opinómetro indica que la impopularidad de Petro alcanza actualmente el 66%, la más alta registrada hasta ahora por dicha demoscópica.  

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