«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
El país se enfrenta a un panorama de violencia incontrolable

Petro y los 900 días de fracasos: crisis en el Catatumbo, estado de conmoción y la incapacidad de liderar a Colombia

El presidente de Colombia, Gustavo Petro. Europa Press

A 900 días de su mandato, Gustavo Petro enfrenta una situación crítica en su Gobierno, con promesas incumplidas y una creciente crisis tanto en el ámbito de seguridad como en el económico. El país se enfrenta a un panorama de violencia incontrolable, una crisis económica con altos niveles de déficit fiscal y una administración incapaz de resolver los problemas internos de Colombia.

Violencia desbordada en el Catatumbo y el fracaso de la «Paz Total»

La crisis de seguridad en el Catatumbo es uno de los episodios más preocupantes del Gobierno de Petro. A pesar de las alertas de diferentes organizaciones y la creciente violencia, el Gobierno no logró frenar la expansión de los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC.

Esta situación llevó al presidente a decretar el estado de conmoción interior el 24 de enero, cubriendo 19 municipios del Catatumbo y algunas zonas cercanas. Sin embargo, la medida llega tarde, pues las tensiones en la región ya eran evidentes desde 2024, y el resultado ha sido una crisis humanitaria que ha provocado el desplazamiento de más de 40.000 personas.

La promesa de alcanzar una «Paz Total» ha quedado en entredicho. En lugar de avanzar en acuerdos de paz con los grupos armados ilegales, el país ha sido testigo de un incremento de la violencia.

El ELN, las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo siguen operando con impunidad, lo que evidencia la incapacidad del gobierno de Petro para implementar políticas de seguridad efectivas.

En un mensaje reciente, Petro acusó al ELN de intentar apoderarse del territorio para financiarse a través del narcotráfico, pero estas declaraciones no han logrado ocultar la falta de estrategias claras para afrontar el desafío.

Desconexión con la realidad

Mientras la violencia azotaba el Catatumbo, el presidente Petro emprendió un viaje a Haití, en medio de la crisis interna. Este viaje fue percibido como una desconexión con las necesidades inmediatas del país y generó críticas tanto desde la oposición como dentro de su propio sector.

El senador Miguel Uribe Turbay calificó la decisión como una «irresponsabilidad», señalando la falta de capacidad del gobierno para manejar los problemas internos de Colombia. Además, el Gobierno continúa confiando en soluciones internacionales que no se traducen en resultados concretos para frenar la violencia en el terreno.

Crisis económica y mal manejo fiscal

Paralelamente, el Ejecutivo enfrenta una grave crisis económica. Según informes, el país presenta un déficit fiscal de 30 billones de pesos, lo que genera incertidumbre y desconfianza en la gestión del Gobierno.

Esta situación se agrava con el incumplimiento de pagos a contratistas del Estado, quienes aún no han recibido sus salarios de diciembre, lo que ha generado malestar tanto en la oposición como dentro del propio Gobierno.

La falta de recursos para cumplir con los compromisos fiscales refleja una deficiencia en la administración de los recursos públicos y la incapacidad para estabilizar la economía del país.

A lo largo de estos 900 días, Gustavo Petro ha enfrentado una serie de desafíos que, lejos de resolverse, han empeorado. La desconexión con la realidad, sumada a la falta de acciones efectivas en materia de seguridad y economía, deja en claro que el Gobierno de Petro no ha logrado cumplir con las expectativas generadas al inicio de su mandato.

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