Rodolfo Hernández se mantiene en primer lugar en las preferencias electorales con varios puntos de ventaja frente al izquierdista Gustavo Petro a dos semanas de la segunda vuelta presidencial.
Así lo demuestra el segundo sondeo de la firma GAD3 para el grupo de medios de la organización Ardila Lulle, en el que Hernández obtiene un 50,4% de intención de voto, frente al 45,6% de Petro. De igual modo, en la plataforma PredicIT, cuyas apuestas acertaron en la primera vuelta presidencial, la acción de Hernández se ubicó en 80 centavos el viernes 3 de junio y la de Petro en 25.
Para sorpresa de todos, Petro hoy busca presentarse como el candidato de la estabilidad, de la defensa de las instituciones y de la democracia colombiana, esa que en los debates desconocía y respondía que no existía, pues lo que había era «un régimen de corrupción». «De lo que se trata este cambio es de derrocarlo y reemplazarlo por una verdadera democracia«, decía. El vocero de ese discurso en contra de la cleptocracia es hoy Rodolfo Hernández y a Petro la ha tocado cuestionar lo que considera «populismo» y falta de conocimiento sobre el funcionamiento del Estado.
De hecho, el exministro de Salud del Gobierno de Juan Manuel Santos y exprecandidato presidencial de la coalición Centro Esperanza, Alejandro Gaviria, que logró en la consulta del pasado 13 de marzo apoyos de reconocidos del Partido Liberal en lo económico, como Camilo Guzmán, director ejecutivo de Libertank, y del constitucionalista samario Alfredo Pertuz, publicó un video en el que expresa que “Gustavo Petro representa en este momento la opción de cambio más responsable, institucional y liberal. Los riesgos de un rompimiento institucional (…) son mayores con Rodolfo Hernández«. Guzmán respondió de inmediato y expresó que Gaviria «engañó con una estrategia de dialéctica intelectual a muchos que le votamos en la consulta». «Nos hizo quedar mal y peor aún recibir el doloroso ‘te lo dije’ de amigos y familiares».
La campaña de Hernández debe cuidar muy bien el posicionamiento que logró como candidato antisistema en un momento en que la opinión pública desconfía de las tres ramas del poder público como nunca antes en la historia, al decir de los recientes estudios sobre cultura política. De allí que esté evitando toda reunión con representantes del uribismo y del conservatismo, con el fin de evitar que lo acusen de estar rodeado del establecimiento que promete desbancar.
De hecho, el Partido Conservador ha sido la colectividad más responsable en ese sentido y publicó un comunicado oficial en el que no menciona a Hernández, pero invitan a sus militantes y a los colombianos a «votar sin vacilaciones en la defensa de estos postulados». «No entendería el país que nuestra colectividad acompañara candidaturas presidenciales alejadas del centro-derecha y los principios que la caracterizan». Es claro que, para los conservadores, el camino es facilitar la derrota de Petro y que en este momento deben hacerse a un lado y confiar en sus bases para que voten el 19 de junio.
Rodolfo Hernández mantiene su posición y en los últimos días ha intensificado su campaña publicitaria, insistiendo en que no necesita y no hará alianzas con nadie. «Que no vayan a estar esperando ningún ministerio, ni nada. Si quieren mermelada, que la compren en el supermercado», aparece diciendo en un spot. Vale la pena recordar a los lectores que el término «mermelada» en Colombia refiere al reparto del presupuesto nacional y fue acuñado por el exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry cuando promovió una reforma a la ley de regalías para que así «la mermelada cubra toda la tostada».
Algunos sectores de derecha han cuestionado la reciente reunión que sostuvieron Sergio Fajardo y otros dirigentes de la Coalición Centro Esperanza, que apenas logró el 4,2% de los votos en la primera vuelta, quedando en un pobre y lejano cuatro lugar, con Hernández. Federico Gutiérrez, excandidato presidencial del Equipo por Colombia y quien obtuvo el 24% de los votos, ha insistido en que no se ha reunido con Rodolfo «ni lo necesita». «Que siga buscando votos para que salvemos el país«, ha dicho.
Juan José Lafaurie, hijo de la senadora María Fernanda Cabal y encargado de la organización juvenil «Somos Cabal”, publicó que «el que sacó cinco millones de votos dijo que votará por Rodolfo Hernández sin ninguna condición y sin pedir nada, y en cambio el que sacó 800.000 votos ya pidió Ministerio».
El campo ha quedado marcado entre quienes quieren un cambio radical y frenar el triunfo de Petro, y quienes hoy acusan al ingeniero Hernández de populismo y de ser muy agresivo en contra de las instituciones y del establecimiento. Tal como lo expresamos en la entrega anterior, paradójicamente, hoy Gustavo Petro representa para muchos sectores la defensa de una «democracia» que otrora el propio candidato izquierdista alegaba no existía en Colombia. Ver para creer.