Al menos 245 religiosos han sido expulsados de Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega desde el año 2018, según la quinta entrega del informe «Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?», elaborado por la investigadora en el exilio Martha Patricia Molina.
La embestida de la tiranía sandinista en contra de la Iglesia Católica en el país centroamericano es palpable a través de la salida del país de hasta 136 sacerdotes, tres obispos y un nuncio, de acuerdo a la información divulgada por Molina este viernes.
El reporte también aclara que 19 religiosos, incluyendo a Monseñor Rolando Álvarez, fueron declarados en su oportunidad como «traidores a la Patria» por las autoridades nicaragüenses. De igual modo, Molina contabiliza hasta 879 ataques de diverso tipo dirigidos contra la Iglesia Católica desde 2018 hasta la fecha.
«Debido a los ataques permanentes de la dictadura en contra de los clérigos, las diócesis de Matagalpa, Estelí (ambas en el norte) y Siuna (en el Caribe) se encuentran sin presencia física de sus obispos porque fueron desterrados ilegalmente», dijo la investigadora a la agencia de noticias EFE.
La persecución a los católicos en Nicaragüa ha llegado a niveles inéditos en el país, como demuestra además la medida ordenada por Ortega para ilegalizar las procesiones en las calles. De acuerdo al estudio en el lapso analizado se habrían cancelado 9.688 actos religiosos de este tipo.