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POR NO RESPALDAR LA DESTITUCIÓN DE LASSO

Una asambleísta ecuatoriana sufre un intento de asesinato por parte del líder indigenista

La asambleísta ecuatoriana Gisella Molina. Twitter

Con cuello ortopédico, tras sufrir un atentado, la diputada ecuatoriana Gissella Molina denunció ante el pleno del Parlamento al líder indigenista Leonidas Iza. Lo acusa de un intento de asesinato en su contra. El motivo sería haberse abstenido en la votación propiciada en la Asamblea Nacional del país sudamericano en el reciente intento que allí se hizo de destituir al presidente Guillermo Lasso.

La legisladora expuso públicamente los audios amenazadores que recibió, que involucran a su vez a líderes nacionales, incluso de su propio partido, también de inspiración indigenista. Allí se escucha con claridad mensajes que comprometen a los perpetradores de la agresión.

«Comencé a recibir amenazas muy graves de parte de personas que están directamente vinculadas y relacionadas con el señor Leonidas Iza Salazar, presidente de la CONAIE», reclamó la legisladora ante el pleno.

«Si es que no voto a favor de la destitución, se me tomen totalmente la vivienda donde yo resido, que procedan a destruir la casa, que procedan a secuestrarme, a arrastarme», agrega.

«En mi denuncia responsabilizo de lo que me ocurrió a Leonidas Iza»

La legisladora no solo fue embestida mientras circulaba en un automóvil, además no podía recibir atención médica en las inmediaciones. Pues aparentemente había una orden de secuestrarla.

«En mi denuncia, responsabilizo de lo que me ocurrió a Leonidas Iza, presidente de la CONAIE y José Manuel Vega, asesor del asambleísta Peter Calo (quien votó por la destitución a través de un suplente) en la Asamblea y a otros más», reprocha la legisladora Molina.

La CONAIE es la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador. Es decir, un movimiento que alega hablar en nombre de los indígenas. No buscan la igualdad ante la ley sino un sistema judicial diferenciado; lo que se conoce como “justicia indígena”. Con dicha justicia habrían primero amenazado y luego “ajusticiado” a la legisladora Molina. ¿Su crimen? Haber abstenido su voto durante el intento de derrocar al presidente Lasso.

En medio de la paralización que vivió el Ecuador a lo largo de 18 días, la bancada al servicio de Rafael Correa, aprovechó el caos e intentó destituir a Lasso desde el poder legislativo. Necesitaban 92 votos para ello y al final no lo lograron.

Para completar el número habrían amenazado e intentado sobornar a múltiples legisladores. Hasta $500.000 dólares habrían sido ofrecidos a los parlamentarios para votar a favor de destituir al presidente Lasso. Entre ellos legisladores del partido Pachakutik, de inspiración indigenista.

Amenazas contra legisladores de la bancada indigenista

Aparte de Gissella Molina, la legisladora Consuelo Vega de la bancada indigenista Pachakutik recibió el siguiente mensaje de audio:

«Hay una estrategia, una forma de poderle convencer a la Consuelo Vega. Ella tiene una gasolinera, tiene su casa al lado… Amenácenla diciendo que si no se anima a la muerte cruzada, se van a tomar la gasolinera, que se van a tomar la casa, los bienes».

Esto último va alineado con el grito de guerra de Leonidas Iza. “Comunismo indoamericano o barbarie”, frase con la que concluye el libro “Estallido”, que trata sobre la violencia sufrida la región hace casi tres años atrás. En el caso de Ecuador, el levantamiento fue dirigido por Leonidas Iza, tanto en octubre del 2019 como en junio del 2022.

El mismo audio contra la legisladora Consuelo Vega también menciona al asambleísta amazónico Celestino Chumpi. “Yo le dije al compañero Chumpi, si no votan a favor del pueblo, el pueblo te va a colgar de los huevos, te van a hacer huevadas. Así se animó. Está nuestro para el voto”.

No obstante, Chumpi negó haber recibido amenazas. Dijo no saber sobre los audios.

Mientras que el coordinador de Pachakutik en la Asamblea, Rafael Lucero, dijo que su hija y sus nietos fueron asustados por “gente liderada por José Quishpe, presidente de la Jatun Ayllo de Guamote”. Y aclaró: “Yo no necesito amedrentación, si voto votaré porque es mi compromiso con la gente”.

En su mayoría los legisladores de Pachakutik votaron a favor de destituir a Lasso. Aunque originalmente no lo iban a hacer. Solo la bancada correísta (que votó en bloque a favor), UNES, respaldaba la medida en sus inicios. Al fin, se voltearon los votos de los demás partidos.

Al menos tres asambleístas de Pachakutik se abstuvieron. Entre ellos la legisladora Gissella Molina. No votó ni a favor ni en contra. Ha sido muy crítica del Gobierno de Guillermo Lasso. Pero no permitió que triunfen las amenazas ni el ataque al Estado de Derecho en el país. Señaló ante el pleno que incluso podrían matarla. Pero ella quería dejarles a sus hijos el ejemplo de una madre que luchó por sacar a luz la verdad. «La dirigencia de la Conaie trató de asesinarme», dijo a la prensa local.

La ‘justicia indígena’ incluye castigos corporales

“Ningún intento de asesinato se justifica por nada y yo no tengo ningún motivo para someterme a la justicia indígena. Ni siquiera soy indígena, soy montubia de La Maná”, agregó Molina en sus declaraciones.

Y es que la promoción de las nacionalidades por parte de la CONAIE incluye tener un sistema de justicia aparte. La justicia indígena, en particular del pueblo panzaleo que habita la provincia de Cotopaxi, de la cual es legisladora, incluye castigo físico. Pero, como ella señala, Molina no estaría sujeta a este tipo de justicia. Pues no es indígena sino montuvia (término que alude a las personas oriundas de la costa que comúnmente se dedican al agro).

Su caso es ejemplar respecto a la tensión que implica un sistema de justicia diferenciado en un mismo país, donde, sin proceso judicial, una persona puede ser privada de sus derechos naturales a la vida, propiedad y libertad por una turba.

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