«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

¿Amenazada la misa tradicional?

Las noticias se multiplican en ambos sentidos. Y con los más variados protagonistas. Hay hechos muy preocupantes como el de los Franciscanos de la Inmaculada o el del cardenal Abril en Santa María la Mayor y otros francamente alentadores. La excelente página Acción Litúrgica nos da cuenta todos los días de cómo el usus antiquior se va extendiendo no espectacularmente pero sí de modo constante en muchos lugares y publica la relación de cardenales y obispos que lo han celebrado o han participado en él. Que también va creciendo.

http://accionliturgica.blogspot.com.es/2011/09/243-cardenales-y-obispos.html

El Papa sigue nombrando o promocionando obispos que han mostrado su cercanía al modo extraordinario del rito latino con lo que no parece que se pueda hablar de una restricción oficial al mismo sino de actuaciones particulares de personas con alergia a esa misa. Pero en la página mencionada uno se encuentra también con gratas sorpresas como por ejemplo la celebración de la misa tradicional en un noviciado jesuita en Polonia.

http://accionliturgica.blogspot.it/2014/03/misa-tradicional-en-noviciado-jesuita.html

En Madrid se ha llegado, por fin, y llevamos ya un tiempo en ella, a una situación de pacífica convivencia de ambos modos por la que sólo podemos alegrarnos. Su existencia en la capital de España es obra del P. Olazábal, del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote, que contra viento y marea, más bien tipo galernas del Cantábrico, ha conseguido que los afectos a esa celebración puedan tenerla todos los días en una importante iglesia madrileña y los domingos y festivos en dos. Aparte de alguna más que se pueda celebrar en algún otro sitio. Labor callada, prudente e inteligente del sacerdote mencionado y también, debemos reconocerlo, actitud comprensiva, ya desde hace tiempo del arzobispado. Podrá surgir algún incidente puntual pero me parece observar un decidido empeño por parte de todos de resolverlos del mejor modo posible. El P. Olazábal cuenta ya, por fin, con otro sacerdote del Instituto, con lo que se podrá atender mejor a los fieles que en uso de su derecho prefieren acudir a la misa tradicional. Hace no mucho tiempo le pregunté por su relación con el arzobispado y me dijo que era francamuente buena y acogedora por parte de la diócesis. Y que los contactos con dos de los obispos auxiliares eran excelentes. No se me vaya a entender que con el tercero no sino que sus interlocutores eran dos. Y de ambos me hizo notable elogio. Cosa que me alegró muchísimo.

Y esta situación parece que se va extendiendo a otras diócesis: Sevilla, Toledo, Oviedo, Pamplona, Barcelona, Córdoba, Cádiz, Málaga, Canarias, Tenerife, Segovia, Mallorca, Murcia, Alcalá. Es de esperar que en Valencia, suspendida la misa tradicional por el abandono de las monjas del convento donde se celebraba vuelva a tener lugar en esa iglesia o en otra. Y es posible que en Valladolid se inaugure en breve el modo extraordinario. Todo tranquilo, sin incidentes, como debe ser. Ello ha contribuido, de modo muy notable, a que si algunos de las que desean la misa tradicional tenían animadversión al novus ordo hayan abndonado tan absurda postura. Y aunque tengan sus preferencias acuden con frecuencia sin el menor problema al modo extraordinario. El odio al mismo está en otros sitios y no en quienes en España acuden a las misas que se celebran en diversas diócesis por el misal de Juan XXIII y con la aprobación de los respectivos obispos. Dios quiera que esta pacificación litúrgica dure y se extienda a otros lugares donde haya fieles que la deseen.

 

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