No traigo a esos militares, de los que casi era más corto señalar lo que les quedaba de su anatomía que lo que habían perdido, al Blog por sus hechos bélicos. La asombrosa defensa de Cartagena de Indias, la fundación de la Legión o sus tantas heridas al servicio de la patria. Y en días en los que la mayoría de ellas eran un pasaporte al más allá. Ni tampoco por las consideraciones políticas que deriven del artículo que os enlazo. Y de las que personalmente no me siento muy ajeno. Pero he procurado siempre mantener a la política al margen del Blog. Aunque por supuesto también tenga yo mis ideas políticas.
Si traigo hoy a Blas de Lezo , nick que no sé a quien corresponde, es por un sustrato eclesial que se trasluce de su último artículo.
http://infovaticana.com/blog/blas-de-lezo/el-rey-se-va-sabina-viene/
Y que pienso que merece considerarse. El sustrato.
Personalmente no tengo la menor ilusión por el nuevo Rey de España. Tampoco un rechazo visceral. Dios quiera que lo haga bien. Y en ese caso tendrá un súbdito leal aunque no entusiasta. Apegado al viejo aforismo, creo que isidoriano, de rex eris si recte fecies, si no facies, non eris.
Hasta ahí llegan mis moderados, hoy, sentimientos monárquicos. Que el padre de Su (proxima) Majestad ha dejado muy maltrechos.
Hasta estoy dispuesto a pasar, con repugnacia, que en el acto próximo no haya Cruz, Evangelios ni misa. No es lo mío pero en días tan abyectos para mis sentimientos hasta estoy dispuesto a correr un tupido velo. Y a derramar las lágrimas sólo en mi soledad. Pero hay algo, próximo Rey de España, o de lo que quede de ella, que creo debo exponerle con lealtad al menos formal de súbdito. Se ha dicho, lo he leído, espero que no sea cierto, que las hijas de Su (muy proxima) Majestad, en el tratamiento no tengo ningún problema, por imperativo legal, que las hijas del Rey de España han sido apartadas de la clase de religión. Quiero creer que es un infundio sin base alguna. Como tantos que hoy circulan, con más o con menos fundamento. sobre vuestro padre,sobre vuestra esposa, sobre vuestra hermana. Puedo entender perfectamente que un padre aparte a sus hijos de una clase de religión en un determinado colegio. Yo también lo haría. Pero después retiraría a mis hijos de ese colegio.
No soy yo nadie para decirle a Su (próxima) Majestad lo que tiene que hacer con sus hijos. Eso es cosa suya. Y la respeto. Pero sí puedo decirle lo que haré yo. En el caso, hpotético, de que sus hijas hayan sido apartadas de la clase de religión, y lo que sería más grave, de la ya próxima, por edad, primera comunión, Pues que esos Reyes, esa Princesa de Asturias, títulos que no tendría el menor problema en reconocer, sin añadir que hasta que España decida otra cosa, no serían para nada en mi corazón mis Reyes. Y me encantaría que desaparecieran. A lo que contribuiría con mi voto democrático. Y hasta manifestándome por un referendum sobre la institución. Por supuesto, en contra. Espero que eso no ocurra, que todo sea un bulo y que nunca tenga que ir a votar con la papeleta de Cayo Lara o de Pablo Iglesias. Aunque sea contra el cardenal Cañizares. Cosa que tampoco me preocupa lo más mínimo. Las coronas, las corinas, los coranes y hasta las Coruñas no tienen nada que ver con eso. O sí. Vayan ustedes a saber. Por mi parte, ni con bendiciones de Cañizares. Que no le busco yo a él sino que me lo encuentro. Casi mejor sería en un puticlub. ¿O no es casi lo mismo? Tal vez sobre hasta el casi.