Porque no es normal tanta presencia mediática
COPE tiene en programa al que parece ser un destacado periodista deportivo. Digo parece porque ese mundo me es totalmente ajeno y no sabía nada de tal persona. Ni me sonaba el nombre.
La vida privada de las personas es cosa de ellas. Normalmente. Allá cada cual con la suya. Pero en algunos casos rechina más. Si un miembro de una Casa Real es un mangante, si un sacerdote es un pederasta, si un presidente de un Estado importante es un tronchamozas, si un político famoso es un corrupto, si en la casa de un cura se comete un asesinato pasional, si… Si un destacado colaborador de la emisora de los obispos salta a los medios por ligues, encuentros, amores… y el apuñalamiento de su mujer y de su hija por una enamorada despechada.
Estoy dispuestísimo a creerme el trastorno mental de una pobre chica que se hizo unas ilusiones sin el menor fundamento. Tampoco voy a creerme sin más lo que diga el padre de la joven que puede querer , como es normal en un padre, defenderla de unos hechos muy graves que cometió. Dando a entender cosas que es posible no hayan existido nunca.
http://www.elmundo.es/loc/2014/02/08/52f56156ca4741b1158b457d.html?a=90b611937727fa7ae3b6ec0286a90296&t=1391931277
Sea un caso clínico de psiquiatría o haya algo que llevó a una mujer despechada a cometer un delito injustificable, el caso es que COPE, la emisora de los obispos, ha vuelto a los medios seguro que muy a su pesar. Nada tiene que ver la radio con lo sucedido. En todo lo que pasó no está COPE. Sólo un destacado colaborador de la misma cuya mujer y su hija fueron apuñalados por una joven muy probablemente desquiciada. Y ya digo que incluso es muy posible que en esa situación mental de la chica el periodista no tuviera nada que ver. Por no haberle dado el menor motivo para su acto criminal.
Y a lo que voy. Pienso que la radio de los obispos debe extremar su cuidado en la elección de colaboradores. Porque sucesos así la alcanzan de algún modo. Y la imagen no es buena. Creo yo. En COPE no basta ser un buen profesional. Debe además haber una coherencia de vida con lo que los obispos postulan. Porque en otro caso ocurren cosas que en la emisora de los obispos no deberían ocurrir.
Repito que no acuso para nada al locutor en cuestión de vida desordenada. Posiblemente todo se deba a un trastorno mental de una joven que se creó un mundo inexistente. Y que le llevó a apuñalar a la mujer y a la hija del periodista en cuestión. Sin la menor base. Aunque nunca hay base para apuñalar a nadie.
El sólo un aviso a navegantes. O a capitanes de barco. Que deben cuidar la tripulación que eligen en evitación de posteriores disgustos. Y más en aquellos barcos que se quieren modelo de virtudes. No es lo mismo buscar marineros para un viejo buque dedicado al contrabando que para un transatlántico de una compañía puntera.
Deseo vivamente que las dos mujeres heridas se recuperen cuanto antes. Parece que ya están fuera de peligro. Al locutor, mi solidaridad en el grave disgusto familiar. Espero que en su vida privada no haya nada que desentone con la empresa que le ha contratado. Que no es una emisora de radio cualquiera sino la voz de la Iglesia en las ondas. Y a COPE que extreme el cuidado en la elección de sus colaboradores. Porque en esa emisora no todo vale.