«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Fantasías sobre Rouco

http://www.periodistadigital.com/religion/espana/2014/08/03/no-me-pueden-despedir-asi-mi-hoja-de-servicios-a-la-iglesia-merece-otra-cosa-religion-iglesia-espana-renuncia-rouco-papa-nuncio-fratini-canizares-osoro-delrio-blazquez-carballo.shtml

En cuestiones de simpatías no entro. Cada uno tiene las que le da la gana. Y entre las que le dan la gana a José Manuel Vidal no está el cardenal Rouco. Lo ha acreditado hasta la saciedad. Año y medio anunciando la inmediata jubilación del cardenal, al que el nuevo Papa no podía ver, y ahí sigue hoy como arzobispo de Madrid. A veces la antipatía lleva al ridículo. Como en este caso.

Es evidente que el arzobispo de Madrid, a punto de cumplir 78 años, lo que ocurrirá dentro de dieciséis días,el 20 de agosto, está en puertas de que se le acepte la renuncia del arzobispados que presentó hace ya tres años. Este Papa, que no le podía ver, según nos dijo Vidal innumerables veces, no sólo le ha prorrogado el ejercicio episcopal tres años sino que esa prórroga resulta excepcional. Hoy, salvo error por mi parte, sólo hay dos cardenales en activo mayores que el arzobispo de Madrid. Uno con un cargo que podríamos calificar de broma, arcipreste de Santa María la Mayor, algo más que nada con sifón, y el otro el obispo de Maguncia. En mi opinión, que tengo el mismo derecho que Vidal a expresarla, dos penosos cardenales. Gracias a Dios con sus días en activo contadísimos. Un año y poco más de eso.

Lo de la llamada del nuncio al arzobispo de Madrid es ciertísimo. Y de ello se han hecho eco todos los medios de información religiosa. Antes que RD. Pero, salvo eso, todo lo demás es pura imaginación del articulista. Que además, y eso es lo peor, sabe la historia. Que no tiene nada que ver con lo que cuenta.Salvo que no se entere de nada.Cosa que no me la creo en Vidal. 

El cardenal sabía, desde hace mucho, que tenía asegurado su ejercicio como arzobispo de Madrid hasta el final de este verano. Lo sabía él y algunos más. Y desde luego los lectores de esta cigüeña que lleva más de un año señalando la fecha. Así que nada de sorpresa ante la llamada del nuncio. Don Antonio, que como buen gallego las caza al vuelo, en este caso no tenía nada que cazar. Porque era la pura evidencia. Y la confirmación de lo que hace tiempo el Papa le había anticipado. No hubo por tanto la menor sorpresa. ¿Disgusto? El que puede haber ante lo inevitable.

¿Qué el cardenal hubiera recibido del Papa anterior seguridades de que su ejercicio se iba a prorrogar hasta los 80 años como en el caso del coreano o del arzobispo de Colonia? No lo discuto. ¿Qué ello haya truncado voluntades del arzobispo sobre su sucesión? Es posible aunque ésta aún esté por ver. Pero que el cardenal Rouco se quedara sorprendido y desmoronado ante lo que le anunció el nuncio no se lo cree ni Vidal.

Y lo del cardenal hundido y llorando por las esquinas ante tan inesperado anuncio que «no se lo merecía» creo que puedo dar un testimonio personal. El cardenal había animado una peregrinación juvenil a Santiago en conmemoración de la primera JMJ que organizó Rouco en la ciudad del Apóstol. Que entomces regía como arzobispo. Y es el único arzobispo sobre cuyas espaldas recayó la responsabilidad de la organización de dos JMJ. Pues en esa peregrinación juvenil viene una nieta mía. Y nos apeteció ir a verla a su llegada a Guitiriz.

Impresionante todo. Unos mil jóvenes, más o menos, atiborraban la muy notable iglesia, por el tamaño,  de la localidad lucense. Concelebraba el cardenal con sus tres obispos auxiliares y numerosos sacerdotes en su gran mayoría jóvenes. Incluso jovencísimos. Pues palabra de honor que no se le notaba al cardenal el menor síntoma de hundimiento. Más bien parecía feliz entre esa explosión juvenil. Ppr supuesto que himno de la Almudena. Y como detalle, seguramente sin mayor importancia, varios jóvenes se arrodillaron para recibir la comunión. En mi entorno. Que era el de la puerta de la iglesia.  De otros sitios no puedo opinar.

Me dio la comunión un sacerdote que ya no era juvenil pero tampoco mayor. Luego supe que era el vicario de la tercera. Creo. Me pareció muy agradable. Ya entre los mayores mi vicario que creo también estaba. Nunca he sabido si soy de la séptima o de la octava. Pero, sea de la que sea,soy de la de Huéscar. Iba con un chubasquero rojo de lo más guay. Yo, que como todos mis lectores saben soy poco protocolario, iba más discreto. Pero no me toméis esto como una crítica a Huéscar, que me cae bien, pese a la larguisima homilía, prehomilía y subhomilía de la confirmación de una nieta mía, dos horas, precisamente la que iba en la peregrinación. Igual algún día le pido prestado el chubasquero.

Como estoy en el entorno ayer les volví a ver entre Sobrado y Arzúa. Impresionante. Bloqueaban una carretera menos que comarcal, o comarcal, e iban rezando el rosario. Me tocó ir a la zaga, tras un coche de la Guardia Civil qe cerraba la marcha, hasta que en Sendelle se detuvieron en una explanada. Comprendí que algunos, ante la retención en su camino, protestaran. Pero quienes en Madrid estamos hasta las mismísimas narices de infinitas manifestaciones que cortan el tráfico o lo desvían, por motivos que nos son absolutamente ajenos o incluso nos repatean, me pareció estupendo que mil jóvenes causaran algún problema de tráfico por ir en eregrinación a Compostela y rezando el rosario. Qué aquí todos tenemos derechos. Pienso yo.

A lo que íbamos. Ni la menor señalde hundimiento en el cardenal. Más bie parecía pletórico. Y si despide su pontificado entre la juventud caminante, hacia Compostela, que es importante, y hacia Dios, que lo es mucho más, pue qué hermosa despedida.

Concluyo con una mención agradecida a alguien que vimos en Guitiriz, que sabe le queremos y que él se esfuerza en demostrarnos que nos quiere. Con notable manifestación por su parte. Pues, qué quiere que le diga: gracias, muchísimas gracias una vez más.

Y al señor cardenal, desde el respeto y también desde el reconocimiento por haber tenido un pastor más que notable, de los más extraordinarios de España en días de más bien sequía episcopal, asegurarle que sin duda va a pasar a la historia como uno de los más ilustres miembros del episcopado matritense, y que las críticas a su persona por puros resentimientos pesonales no suelen durar ni la vida del resentido. Y sin que yo entre en sus resentimientos, motivados o no, que tampoco me importa, creo que debo dejar constancia de qu su pontificados, largo de veinte años, ha sido verdaderamente fructífero. Eclesialmente, por supueto.       

 

  

 

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