No sé si será cosa del obispo o de algún subalterno. Pero si al obispo no se le ocurrió lo ha permitido:
Como yo tengo de ese obispo Uriarte el peor de los conceptos pues no puedo tenerlo bueno de quien le llama para aleccionar a su clero y a sus fieles. Fieles que le están resultando bastante infieles.
¿Ha vuelto a meter la gamba Catalá? Yo pienso que sí. ¿Y ya van…?
A este paso, señor obispo, va a dejar la diócesis todavía peor de lo que se la encontró. Y parecería imposible.
Ahora trae a uriarte. Me parece un vergúenza. Una vergüenza episcopal, quien viene y quien le trae.
Luego sale usted en las fotos con esa cara de «estreñío». Pero es que se busca a conciencia el estreñimiento.