Por supuesto. Es una obra humana y perfecto sólo es Dios. Cabe pues en la organización el memo e incluso el sinvergüenza. Un alto cargo de la misma me parece un majadero por sus declaraciones. Se creerá que es alguien cuando sin ese cargo seguramente le conocería su madre y pocos más. Hemos visto lo de Cádiz. En otra diócesis el obispo nombró delegado a un sacerdote secularizado y se descubrió que la mujer con la que vivía y que todos creían su esposa no estaba casada con él. Y podríamos señalar unos cuantos casos más. Aun así, estamos ante una institución admirable que está haciendo prodigios de caridad en unos momentos particularmente difíciles.
No me preocupan nada los imbéciles que en su odio a la Iglesia pretenden arrojar basura sobre Cáritas en base a mínimos errores que como es natural tienen que producirse. Lo que me parece más serio es que no pocos de los que vienen sosteniendo a Cáritas desde su fe católica, se irriten por las estupideces de algunos, ciertamente muy pocos, de sus directivos. Porque si donantes y voluntarios se alejaran el futuro de la benemérita institución correría peligro. Es una maldad, además de un cretinismo, ante la infinidad de ayudas que a diario reparte Cáritas entre los necesitados, señalar que tal vez doscientos euros tuvieron un destino discutible cuando son millones los que llegan a donde deben. No hay ONG que aplique sus ingresos a las necesidades en tan altísimo porcentaje. Es que ninguna ni se le aproxima. Y eso habría que venderlo. Cosa que la Iglesia no tiene ni idea de hacerlo.
Y si quienes tiran las piedras son aquellos que los obispos nombraron, pues un motivo más para pedir un curso acelerado de conocimientos a nuestros pastores pues es triste papel el de cornudos y además apaleados por quienes les ponen los cuernos. Aunque haya casos en los que se confirma aquello de que quod natura non dat…, sin embargo no quiero cebarme en los no agraciados por natura. Bastante tienen con sus carencias. Lo tremendo es que hubo quien les nombró. Y lo de menos en ocasiones es quien firmó el nombramiento sino quien lo propuso y recomendó.
Deben todos saber, mitrados o no, que las acémilas están muy bien en su sitio pero no en el gobierno. Diocesano, cofradiero, de Cáritas, religioso… Porque ahora, con internet, no es que se note sino es que además lo protestamos. Y se nos oye. Conviene que todos se enteren. Los obispos también. Tienen que espabilar porque ya está bien de aguantar a inaguantables. Y si no quieren verse retratados pues que no nos los nombren.
Veo que El Mundo inaugura una sección dedicada a malversaciones,tal vez en casos latrocinios, ocurridos recientemente en España. Verdaderamente escandalosos. Por todos los partidos. El primer denunciado es obra del PP. Ante ellos Cáritas es cuasi la inmaculada concepción. Cómo para que vengan imbéciles a querer sacarle los colores. Ahí tenéis las pista de esquí sin nieve de Valladolid. Doce millones de euros. Totalmente tirados. ¡Quién se los diera a Cáritas! La de familias que hubieran comido, los desahucios evitados, la luz mantenida… No sé lo que durará esa serie de El Mundo. Pienso dedicar, si se mantiene, para conocimiento de todos, la contraposición con Cáritas. Y eso son cosas menores. Los EREs andaluces y los cursos de formación allí ya los quisiera Cáritas para cincuenta años. Para dar de comer cincuenta años. O más.
http://www.elmundo.es/espana/2014/08/24/53f8fd8922601dc11a8b4586.html