En estos momentos se estĆ” celebrando en la catedral de la Almudena la misa de despedida. SintiĆ©ndolo mucho no estoy pesente pues esta tarde a las 17 horas se casa un hijo mĆo con lo que me ha sido imposible asistir como hubiera deseado.
Pero ante su adiós, como feligres suyo veinte aƱos, quiero expresarle mi agradecimiento por todo el bien que su pontificadoha supuesto para mi archidiócesis. Con defectos, como todo ser humano, creo que ha sido un extraordinario arzobispo de Madrid que deja la diócesis notablemente mejor a como se la encontró. Y bien sabe el seƱor cardenal, con quien apenas he tenido mĆ”s trato que algĆŗn saludo eventual, que no estoy pagando favores personales pues no le debo ninguno. Simplemente le agradezco el gran favor, a mĆ y a todos los católicos madrileƱos, de su gobierno pastoral.Ā Ćl se va pero su labor nos queda. Esperemos que otros no la dilapiden.
Gracias, seƱor cardenal.Ā Ā