En la vida monástica regía la estabilidad. Allí donde uno o una entraba a profesar, allí moría. Sin embargo la vida moderna ha introducido notables cambios monacales y uno de ellos es la inauguración de un monasterio asistencial para monjas cistercienses que recogerá a las ancianas o enfermas de diversos monasterios.
http://www.monasteriodevillamayor.com/es/contenido/?iddoc=348
No me parece mal. Han copiado lo que se da ya en muchas órdenes y congregaciones religiosas, masculinas y femeninas, que agrupan a sus ancianos en determinadas casas donde pueden ser mejor atendidos y con los medios adecuados. La caída vocacional ha hecho que muchos institutos tuvieran en todas sus casas ancianos que necesitaban atenciones, no pocos absolutamente dependientes, y los escasos miembros de las casas no podían dedicarles las atenciones que precisaban. Agrupados se sentían más en compañía y estaban mejor atendidos. Las cistercienses que han dejado sus casas donde vivieron tantos años parecen estar satisfechas con la nueva situación y no me cabe duda de que tenemos un nuevo monasterio desde donde se reza por las necesidades del mundo y de la Iglesia todos los días. Pues bendito sea Dios.