Por Antonio Burgos en ABC:
http://www.lasemana.es/opinion/noticia.php?cod=37747
Hay unas cuantas monjas raritas en España pero dos se llevan la palma. Ante el asombro de muchísimos. Entre ellos el magnífico columnista de ABC.
Son así porque se lo permiten. Y no se entiende tal permiso. Menos todavía cuando a otras monjas que sólo se dedican a ser monjas las persiguen desde altísimas instancias eclesiales con una saña miserable.
Tal diferencia de trato hoy ya no es posible sin que loa consentidores de lo inconsentible y los perseguidores de lo que no merece persecución queden a los ojos de todo el mundo como Cagancho en Almagro. No se puede ser tan hipócritas, tan miserables, tan verdugos por una parte y tan cornudos por otra y luego pretender que no les pongan a parir. Lo de Matapelo, Chámame Pepe y sus esbirros es tan vergonzoso, tan canallesco, tan mafioso, tan antievangélico que si no se les cae la cara de vergüenza habrá que hacér que se les caiga a sopapos.
Han conseguido el más absoluto descrédito en su encargo frente a los religiosos. Y peor. Porque no sólo la consideración que merecen está a menos 273 grados centígrados sino que están llevando a ese suelo del descrédito además de a sus pobres personas a los religiosos, a la Iglesia y al mismo Papa que les sostiene pese a sus fechorías.
Porque que la Caram, la Forcades y otras muchas se vayan de rositas y monjas excelentes, o al menos de las que no consta nada en contra, sean perseguidas a sangre y fuego por ustedes tiene a bastantes católicos cada vez más hartos de sus insignificantes personas. Braz de Avís y Rodriguez Carballo lo de ustedes no tiene nombre. O por lo menos no tiene nombre honrado. Otros muchos sí se me ocurren. Seguro que no sólo a mí. Deberían cambiar aunque únicamente fuera por consideración a sus madres. Que probablemente no tienen la culpa de que les hayan salido unos hijos así.